MATADEPERA
En la
mañana del domingo último se celebró con toda solemnidad la entrega de diplomas
y libros generosamente otorgados en ocasión de inaugurarse los
edificios-escuelas costeados por el Estado a esta población, por los señores
don Andrés Martínez Vargas, don Alfonso Sala Argemí, don Jorge Villamide, don
Francisco Arnau Gorina y
Rdo. cura párroco don Jaime Torres Cuscó.
A pesar
de lo desapacible del día, no por eso restó esplendor a la fiesta ya que muy de
mañana se veían los pequeños escolares bien aseados y compuestos esperando la
hora señalada para dar muestra evidente de sus adelantos.
Fue
abierto el acto por el alcalde de la localidad, acompañado de los individuos de
la junta local de primera enseñanza, concejales y demás autoridades, y a las once
y media llegó el gobernador de la provincia don Joaquín Milans del Bosch,
acompañado de don Jorge Villamide, delegado gubernativo del distrito. Excusaron
su asistencia por asuntos ineludibles don Alfonso Sala y el inspector
provincial de enseñanza de esta zona.
Figuraban
también en la presidencia D. Juan Amat Turu y don Juan Monmany Puig, en
representación del Ayuntamiento de Ullastrell.
Después de
variados ejercicios, premiados con justos elogios y fogosos aplausos, por el
gobernador civil se procedió al reparto de los premios a los alumnos más
aventajados, mas como eran tantos que bien merecidos lo aspiraban y pocos los
creados, se convino en disgregar los mismos, es decir, que en lugar de entregar
un diploma y libro a cada, educando, fuera un diploma, para unos y un libro
para los otros, manera de satisfacer a doble número de alumnos, siendo los
demás obsequiados con caramelos.
Se otorgó
diploma a los niños Pedro Palau, Esteban Genescá Clusellas, Esteban Genescá
Gutés, Esteban Genescá Mas y Daniel Arola, y los libros a los alumnos Ramón
Altimira, Ramón Sellarés, Felipe Padrós, Juan Genescá y Simeón Galí, los cuales
agradecieron emocionados el premio a su labor. Llegada la hora de comer,
apremiantes ocupaciones del gobernador civil le obligaron a suspender la misión
que con tan agrado presenciaba y regresó a esa capital cerca las trece y
cuarto. Sin embargo, antes de hacerlo, se ratificó en la promesa solemne de que
adeudaba una visita, para visitar las escuelas de niñas a cuyo fin ofreció para
la fecha de fin de curso, sufragar de su peculio un premio para los niños y
otro para las niñas, significando deseos de que cuantas poesías y diálogos se
han recitado pueda presenciarlos en habla española por ser la madre común, sin
postergar la nativa.
Siguiendo
el programa trazado, se celebró por la tarde, la visita a la escuela de niñas, mostrando
las pequeñas escolares sus cualidades en lectura, geografía y variados
ejercicios, que solícitas ofrecían las profesoras.
Se
repartieron los diplomas a las niñas Dolores Gutés, Carmen Gamell, Segunda
Bartolomé, María Satlari y Joaquina Riba y los libros, por cierto muy lujosos,
a María Casas, María Ramón, Antonia Gutés, Mercedes Torras, María Font,
Francisca Viñas, María Utset y Rosa Gamell, que emocionadísimas mostraban su
gratitud.
Terminó
el acto con un bien meditado discurso del cura párroco en relación a los padres
demostrando lo mucho que enaltecen a sus hijos sometiéndolos con asiduidad a
las escuelas y reiterando a los maestros su cordial felicitación por la ardua
labor y férrea voluntad nunca desmentida a favor de la instrucción, base del
programa y bienestar de los pueblos.
La
simpática fiesta escolar ha resultado un éxito completo, por lo cual unimos
nuestra sincera felicitación a las muchas que han recibido por su elogiable
labor los meritísimos profesores don Domingo Palau Vidal y su hijo Raimundo,
auxiliar, y doña Julia Prat Fábregas, y hermana Montserrat, auxiliar.
—El
corresponsal.