sábado, 30 de junio de 2012

La Vanguardia, Edición del martes, 02 noviembre 1920, página 7

DOS ATENTADOS SOCIALES EN TARRASA

Nuestro activo corresponsal en Tarrasa, señor Alas, nos da cuenta de dos atentados de carácter social, cometidos anteayer en aquella ciudad, y que han causado profunda indignación en aquel vecindario.

El domingo, a las nueve menos cuarto de la noche, al salir del Cine Recreo el fabricante don Miguel Font, hijo del industrial don Pedro Font Batallé, unos sujetos apostados en la acera de enfrente, le hicieron cinco disparos de revólver, que no hicieron blanco, debido a la feliz casualidad de pasar en aquel momento una tartana. Cuatro de los proyectiles quedaron incrustados en la caja y radios de las ruedas del vehículo y otro pasó, chamuscando ligeramente los cabellos del agredido, sin consecuencias desagradables.

A las diez y media de la misma noche estaban jugando a naipes en una taberna situada en la calle Pi Margall, el encargado de las selfactinas de la fábrica de los señores Aymerich y Amat, don Isidro Graells con varios amigos cuando penetró en dicho establecimiento un desconocido y acercándose al mostrador, pidió que le sirvieran una copa de aguardiente y antes de haberla apurado sacó un revólver disparando un tiro a boca de jarro, en la cabeza, a dicho encargado, el cual quedó muerto en el acto. Entonces otro de los jugadores llamado Manuel Curto Ventura de oficio albañil, intentó levantarse, y el agresor disparó el arma contra él, causándole una herida de caracter gravísimo en el vientre.

A los gritos de alarma acudieron seguidamente varios vecinos para prestar los primeros auxilios, y enseguida llegaron las autoridades, Cruz Roja, y el juzgado, ordenando éste el levantamiento del cadáver y el traslado del herido al Hospital de San Lázaro. Aunque ayer circuló con alguna insistencia el rumor que Manuel Curto había fallecido, la noticia fue inexacta, aunque, desgraciadamente, el herido se halla sin esperanzas de vida, habiéndole sido practicada por el doctor Solé y Roig y por varios médicos de esta ciudad la operacion de la paratomía pues, el proyectil le perforó los intestinos.

El agresor logró escapar y se sospecha que cambió de traje, pues esta madrugada, la policía y la guardia civil que trabajan sin descanso para capturarle, encontró en los alrededores del lugar del suceso una americana en buen estado.

No se ha fijado aún la hora del entierro del cadáver de don Isidro Graells, pues no se efectuó la diligencia de autopsia, pudiendo anticiparse que aquel acto constituirá una imponente manifestación de duelo y a la vez de protesta por la repetición de los atentados de carácter social.

1 comentario:

David dijo...

Me encanta poder leer y a través de diversos relatos disfrutar de llegar a otras culturas. Tambien me gusta poder pedir comidas a domicilios que provengan de diversos orígenes