Cámara Oficial de Comercio e industria
Muy señor nuestro y de
nuestra mayor consideración:
Las críticas
circunstancias que atraviesa la producción española, reclaman que en ella fijen
de una manera especial su
atención, cuantos se. interesen por la vida de nuestro país y especialmente la
prensa que, por dirigirse a toda la opinión pública, está en condiciones de
influir en los futuros destinos del comercio y la producción nacionales.
Por ello, estos
organismos, creen de su deber aclarar ante las representaciones periodísticas de
España, el verdadero significado de la baja actualmente experimentada por ciertos
artículos y la falta de fundamento con que la opinión general espera que este
movimiento se traduzca en una rebaja importante, rápida y efectiva en lo que
afecta a los productos industriales.
Las industrias
manufactureras, que predominan en esta ciudad, que son las textiles en su
variedad de laneras, no pueden contar, en favor del movimiento bajista, mas que
con una no despreciable baja en el precio de las primeras materias, que si bien
ha de influir necesariamente en el precio del producto manufacturado, no será
ello en cuantía que alcance, ni mucho menos, las proporciones que la voz pública
de consumidores e intermediarios le atribuye, pues la primera materia es solo
un factor, aunque sea importante, de la producción y los demás factores
(jornales a obreros, retribuciones a dependencia, alquileres de local, limitación
de la jornada de trabajo, etc.),
permanecen inalterables v algunos (fuerza motriz, aceites, contribuciones,
etc.)
vienen con aumentos
considerables en relación con el año 1920.
Los industriales, que
cuentan, en sus almacenes, o tienen compromisos contraídos de venta, con artículos
elaborados con primeras materias adquiridas antes de la baja no pueden en manera
alguna ceder sus mercancías a precios inferiores al coste de producción, bajo pena
de ir a la ruina segura, arrastrando en la caída a sus obreros, que carecerían
del salario con que cuentan para subvenir a sus necesidades.
La campaña bajista
emprendida por ciertos elementos, intentando provocar el establecimiento de
precios ruinosos para el industrial, y enormemente inferiores no sólo a los que
regían en 1920 sino al propio coste de producción, no puede dar otro resultado
que un desquiciamiento social, producido por la ruina de los patronos, el paro
forzoso y la miseria de los obreros y la desesperación de unos y otros, que
habrán visto desaparecer el honrado medio de ganarse la subsistencia.
Que la baja ha de venir,
es evidente; que es imposible precipitarla sin rebaja en los salarios, cosa inaceptable mientras los precios
de los artículos de primera necesidad no sufran notable descenso, es de toda
evidencia también. Lo que se impone pues, es la serenidad en todos, y nadie, a
nuestro entender, más autorizado para aconsejarla, que las publicaciones periodísticas
la que darán un alto ejemplo de patriotismo y verdadero amor a la vida
económica nacional, saliendo al paso de las exageraciones y evidenciando los
verdaderos términos del problema.
En la seguridad de que
hemos de hallar en V., Sr Director, y en el periódico que con tanto acierto dirige,
un auxiliar poderoso para hacer oir la voz de la prudencia, fundía en una
estricta justicia, nos es grato ofrecernos de usted afectísimos y S. S. Q. E.
S. M.
El Presidente de la Cámara Oficial de
Comercio e Industria: Federico Albiñana. El Presidente del Instituto
Industrial: Francisco Soler Suana.
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