MATADEPERA
Falleció
en su casa torre de esta localidad doña Eudivigis Rosas Saladrigas, viuda de
don Wenceslao Guadall.
Su
profunda religiosidad lee hizo llevar serenamente hasta el umbral pavoroso,
muriendo con la serenidad y resignación del creyente, rodeada del cariño
amoroso de sus hijos Ignacio, Euduvigis, Matilde, Nieves e hijo político José,
a los cuales ha dejado en el mayor desconsuelo.
Si
profundo fué el dolor por la defunción antes descrita, no lo ha sido menos el
sentido por la prematura muerte de doña Enriqueta Pi Pi, esposa amantísima del
alcalde de esta población, don José Arnau Gorina.
Matadepera
quiso asociarse al dolor de nuestra primera autoridad, y en el acto del
entierro estuvieron representadas todas las clases sociales de esta población y
su distrito.
Otra
nueva defunción hemos de lamentar durante esta semana. En la risueña casa de
campo «Can Marcet» falleció la angelical hija del propietario don Antonio
Estop, a la temprana edad de diez y seis años, señorita Ana Estop Puig, dejando
en el mayor de los desconsuelos a sus amantísimos padres, hermanos y demás familia.
—
C.
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