Convocados por el alcalde accidental, señor Soler y Suana, se han reunido en su despacho el presidente del Instituto Industrial, señor Humet; el banquero don Juan Marcet; el presidente de la Comisión pro-campo de maniobras, don Domingo Pinell; los fabricantes señores Salvans (don Francisco), Badrinas (don Benito), el teniente de alcalde señor Mauri, y otras personalidades, para oir las explicaciones de los trabajos hechos por la comisión encargada de gestionar la venida a esta ciudad del regimiento de artillería de reciente creación.
Todos los reunidos se han mostrado conformes con que sería un gran bien para Tarrasa el conseguir tal deseo, pero que, sintiendo un verdero amor por el ejército, y al propio tiempo interpretando los altos intereses de la patria, es un asunto que se debe dejar íntegro a la incumbencia de la prestigiosa autoridad militar, y si ésta dispone que para el bien del ejército escogiera esta ciudad, Tarrasa en este caso ha de estar prevenida para dotar al citado batallón de todas las facilidades y comodidades posibles, y, en este sentido, hoy se celebrará una nueva reunión magna de todas las fuerzas vivas de la localidad para discutir la propuesta que se presentará al general Marina, en nombre de Tarrasa.
Al salir de la reunión, interrogamos al presidente de'la Comisión pro-campo de maniobras, señor Pinell, para saber su autorizada opinión respecto a este asunto, quien se nos ha mostrado entusiasmado de la unanimidad de pareceres, y creyendo que, dadas las garantías que darán, no hay duda que puede ser un hecho el establecer el batallón en esta ciudad, y entonces todas las facilidades, se encontrarán para que sus aspiraciones y las de la inmensa mayoría de los tarrasenses se vean coronadas por el éxito al establecerse el proyectado campo de maniobras en el sitio que indicó el general Weyler.
—Alas.
Todos los reunidos se han mostrado conformes con que sería un gran bien para Tarrasa el conseguir tal deseo, pero que, sintiendo un verdero amor por el ejército, y al propio tiempo interpretando los altos intereses de la patria, es un asunto que se debe dejar íntegro a la incumbencia de la prestigiosa autoridad militar, y si ésta dispone que para el bien del ejército escogiera esta ciudad, Tarrasa en este caso ha de estar prevenida para dotar al citado batallón de todas las facilidades y comodidades posibles, y, en este sentido, hoy se celebrará una nueva reunión magna de todas las fuerzas vivas de la localidad para discutir la propuesta que se presentará al general Marina, en nombre de Tarrasa.
Al salir de la reunión, interrogamos al presidente de'la Comisión pro-campo de maniobras, señor Pinell, para saber su autorizada opinión respecto a este asunto, quien se nos ha mostrado entusiasmado de la unanimidad de pareceres, y creyendo que, dadas las garantías que darán, no hay duda que puede ser un hecho el establecer el batallón en esta ciudad, y entonces todas las facilidades, se encontrarán para que sus aspiraciones y las de la inmensa mayoría de los tarrasenses se vean coronadas por el éxito al establecerse el proyectado campo de maniobras en el sitio que indicó el general Weyler.
—Alas.
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