J. L. DE TARRASA
(BARCELONA)
Estudiemos el ejemplo que nos dio Alemania con el
frente único, que llevaron a cabo los socialistas y comunistas, con la suma de
unos 16 millones de afiliados de ambos partidos; he aquí una demostración bien
patente del desastre del frente único; se vieron impotentes de llevar una obra
revolucionarla e impedir que el fascismo se elevara.
No nos precipitemos demasiado en nuestras tan
deseadas realizaciones de transformación social. Hemos de hacer honor a nuestros
principios y a nuestras Ideas.
No decimos tampoco que hemos de ser nosotros los
que debemos impedir que el fascismo tome incremento; pero si el caso llegara,
dispongámonos a la lucha, y si verdaderamente son revolucionarios como dicen,
ya saben dónde está su lugar, sólo entonces podremos hacer una obra de conjunto
sin necesidad de hacer frentes únicos con ciertos sectores políticos.
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