En
la madrugada de ayer, en la casa número 114 de la calle de Topete, en donde
tiene instalado su taller y despacho de relojería don Joaquín Torres Perarnau,
penetraron ladrones, los cuales no lograron su intento gracias a que un vecino
oyó ruido y avisó al vigilante, dándose entonces a la fuga.
Los
ladrones, por medio de una larga cuerda, se descolgaron al patio de la casa, y
desde allí con una escalera, subieron al primer piso, abriendo, para penetrar
en el mismo, un boquete por medio de un berbiquí. Seguramente para descender al
despacho hicieron otro boquete cuadrado en el suelo; pero al enterarse de que
sus manejos habían sido descubiertos por el vecino, desistieron de su intento,
dejando abandonada en el patio la broca del berbiquí, huyendo por los patios
contiguos hasta llegar a un cercado de la calle San Mariano, cuya puerta se
encontró abierta.
Al
lugar del suceso acudieron el agente de vigilancia señor Sánchez, el cabo de la
guardia municipal señor Ullés y los guardias Paredes y Camarós, quienes
avisaron al dueño de la relojería, que vive en la calle Viveret, practicando
juntos un reconocimiento en la casa, sin que se notara faltar nada.
Celebraron
ayer su fiesta onomástica el alcalde señor Ullés, el juez de primera instancia
señor Farré, el prior arcipreste doctor Molera, el director de la Escuela
Industrial señor Baltá de Cela, el cabo del somatén señor Guillemot, el cura
párroco de San Pedro doctor Homs y el padre rector de las Escuelas Pías
reverendo padre José M. Sirés, todos los cuales recibieron con dicho motivo
muchas visitas y felicitaciones.
El
alcalde entre otros presentes, recibió un magnífico y artístico ramo de flores
que sus compañeros de Consistorio dedicaron a su señora esposa, la distinguida
dama doña Rosa Armengol.
Con
motivo de celebrar su fiesta onomástica el reputado industrial de esta ciudad
don José Guardiola Ros, los obreros y empleados de su fábrica le dedicaron como
homenaje una artística placa de bronce plateada y montada sobre mármol, obra
del escultor de esta ciudad y profesor de la Escuela de Trabajo, don César
Cabanes.
La
sentida dedicatoria que ostenta dicha placa es una prueba evidente de la
cariñosa adhesión que sienten por el señor Guardiola, los obreros de su
fábrica.
—
Corresponsal.
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