A
las siete y media de la tarde del lunes penetraron ladrones en la panadería
establecida en la calle Topete número 101, en ocasión que se hallaba sola la
dueña, doña Josefa Armengol Guix, de 50 años, viuda.
El
ladrón - que se supone era solo uno - apagó la luz de la cocina, donde se
hallaba la dueña, y agredió a ésta por la espalda, golpeándole la cabeza con
una herramienta produciéndole varias heridas, arrastrándola luego a otra
habitación y echándole encima dos sacos de avena , y dedicándose entonces el
ladrón a descerrajar el cajón del mostrador, en el que había unas seis pesetas,
que dejó intactas y varios cajones de la cómoda y armarios.
La
agredida, pasados los primeros momentos de atontamiento que le produjeron los
golpes, pudo desasirse de los sacos de avena que tenía encima y salir a la
calle en demanda de auxilio, acudiendo varios vecinos, la guardia municipal,
policía y algunos números de la benemérita, practicando un detenido
conocimiento sin otro resultado que el notar se había llevado unas doscientas
pesetas en plata, no llevándose mayor cantidad de dinero que estaba guardado
en una cómoda y en un armario, seguramente por la precipitación con que se dió
a la fuga el ladrón al oir los gritos de socorro que daba la dueña de la casa.
En
el Paseo del Conde de Egara se está celebrando la tradicional feria llamada de
invierno, con mucha animación, siendo en gran número las transacciones verificadas;
no así resultó el mercado de cerdos destinados al engorde que se celebró el
domingo por la mañana, concurriendo más de veinte camiones; esperaban sus
dueños que cesara de llover para ofrecer su mercancía que como consecuencia del
tiempo se cotizó a la baja.
Ha
terminado el novenario que, dedicado a las almas del purgatorio, se venia
celebrando en nuestra arciprestal del Santo Espíritu, siendo muy elogiados los
sermones que durante el mismo predicó el padre Ricardo de Olot.
Por
la tarde salió del templo la devota procesión que con motivo del Jubileo
sacerdotal de S,S. Pío XI se organizó, a fin de lucrar las indulgencias del
mismo, visitando las iglesias ordenadas.
Durante
el trayecto se cantaron piadosos cánticos; a pesar de lo inseguro del tiempo
resultó lucidísima.
Han
sido devistados por su jefe señor Carramiñana los treinta y tres vigilantes
nocturnos, que lucían sus nuevos capotes de invierno, de adornos azules, que
resultan muy severos; con dicho motivo el celoso funcionario recomendó a sus
subordinados el más exacto cumplimiento de todo lo referente a policía de
seguridad, orden y moralidad.
—
Corresponsal.
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