EN TARRASA
Homenaje a Benavente
En la
industriosa ciudad de Tarrasa ha tenido lugar un importantísimo acto de
homenaje organizado por la
Asociación de la
Prensa al insigne autor de los «Intereses Creados».
Don
Jacinto Benavente llegó a Tarrasa a las once de la mañana, siendo recibido por ja
Asociación de la Prensa
en pleno bajo la presidencia de don Álvaro Vinyals, trasladándose al
Ayuntamiento en cuyo salón de sesiones fue cumplimentado por el delegado gubernativo
teniente coronel diplomado don Jorge Villamide, cura párroco doctor don José Molera,
juez de instrucción, alcalde señor Argemí con el Ayuntamiento en corporación Instituto
Industrial, Cámara de Comercio Caja de Ahorros y otras entidades.
En el
teatro Principal, en el que habíase congregado selecta y numerosa concurrencia en
la que predominaba el bello sexo, hizo la presentación de don Jacinto Benavente
el presidente de la
Asociación de la
Prensa señor Vinyals, quien renunció a hablar de él, cuyo nombre
repiten con gratitud todos los españoles y con admiración el mundo entero
Don
Jacinto Benavente con galanura de estilo y filosófica e inimitable profundidad
en el fondo, desarrolló el tema: «Filosofía de la Moda », que ya dio a conocer
en el teatro Goya de esta capital.
El
trabajo notabilísimo de don Jacinto Benavente fue premiado con una ovación
delirante que obligóle a recitar el prólogo de los «Intereses Creados» y los
versos del Silvia, del segundo acto, lo que hizo en forma impecable.
Al salir
del teatro fue ovacionadísimo por el público en el vestíbulo del mismo
congregado, dirigiéndose a la
Escuela de Industrias y de Artes y Oficios en donde fue
recibido por varios profesores, firmando en el libro de oro de la misma, luego
de recorrer todas sus aulas y talleres. En la iglesia de San Pedro fue
cumplimentado por el doctor Homs quien dióle la bienvenida y amplias
explicaciones sobre el histórico templo.
En el
hotel de España fue obsequiado con un banquete íntimo por los intelectuales
egarenses, sentándose a la derecha del homenajeado el delegado gubernativo don
Jorge Villamide y el alcalde accidental don Francisco Alfonso y a su izquierda
el presidente de la Asociación
de la Prensa
don Álvaro Vinyals y don Manuel Rius. El ágape transcurrió en medio de la mayor
cordialidad comentándose la labor teatral de Benavente en términos encomiásticos
por los representantes de los diversos sectores y partidos de la localidad.
A la hora
de los brindis el señor Vinyals ofreció el ágape en elocuentes palabras. El señor
Villamide, delegado gubernativo, felicitóse de haber podido departir con el
autor insigne de los «Intereses Creados» y de tantas obras que han
inmortalizado el nombre de Benavente y aludió a una de éstas que le ha servido
de norma en su actuación oficial. El elocuentísimo discurso del señor Villamide
fue premiado con grandes aplausos. El joven don Rafael Muñido sumóse al
homenaje tributado. Estudió el teatro benaventino condensado en ese brillante
ramillete de obras que se llaman los «Intereses Creados», «La Noche del Sábado», «La Ciudad Alegre y Confiada»,
«La Señora Ama »,
«La Malquerida »,
etc, diciendo que para encontrar producciones semejantes a éstas en la belleza
de su estilo y en la profundidad de sus filosóficos conceptos era preciso
remontarse en la patria literatura a los tiempos de Tirso Lope y Calderón.
El
escritor don Quintín López se adhirió al homenaje al maestro insigne diciendo
que más que una conferencia había dado un curso de Filosofía y Metafísica.
En medio
de una ovación estruendosa y puestos de pie todos los comensales levantóse para
hablar Benavente.
Entonó un
canto a Tarrasa por la que había podido conocer y admirar a Cataluña, pues los
pueblos no se conocen por sus capitales, sino por sus comarcas y ciudades.
En
conceptos elocuentes habla de su literatura que ciertos intelectuales no han
sabido o no han querido criticar, empequeñeciéndose pretendiendo injuriar a su
persona. Y termina su admirable discurso brindando por Cataluña, por Madrid,
por ese Madrid que no es conocido en esta región y por España. Todos los
comensales felicitan al orador y le hacen objeto de una delirante ovación.
Seguidamente
trasladóse al Casino del Comercio y Gran Casino en donde fue ovacionado y muy
agasajado, visitando, también, el Centro Social en que se le hizo asimismo objeto
de una ovación calurosísima.
En el
tren de las cinco regresó a Barcelona, siendo acompañado hasta la capital por
el delegado gubernativo señor Villamide, presidente de la Asociación de la Prensa señor Vinyals,
diputado provincial señor Parés y otros amigos y admiradores del gran
dramaturgo.
Cursáronse
telegramas a la Asociación
de la Prensa
de Madrid.
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