Esta
mañana ha ocurrido una lamentable desgracia. Josefa Suana, de cincuenta y cinco
años de edad, habitante en la calle de Torrella, num. 32, fue, a las once, a
una tienda vecina a efectuar algunas compras, dejando jugando en el patio a su
nieto Pedro Carreras Camprubí, niño de veintiocho meses.
Al
regresar y no ver al niño allí donde lo había dejado, y no hallándolo en ningún
sitio de la casa, volvió al patio, notando con temor que había una silla
arrimada al lavadero. Se asomó a él, viendo, con la desesperación consiguiente,
a su nieto dentro del agua. A los gritos de la abuela acudieron varios vecinos,
y luego los médicos señores García Treviño, Cistaré y Trinchería, los cuales
prestaron sus auxilios al pobre niño, los que resultaron completamente
inútiles.
En
el lugar del suceso comparecieron la guardia municipal y el señor juez de
instrucción, quien ordenó el levantamiento del cadáver.
El
infeliz niño era hijo de don Francisco Carreras, conserje de la Unión
Patriótica de esta ciudad,
—C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario