Lo del Hospital de Tarrasa
LOS CULPABLES NO PUDIERON RECHAZAR LAS
IMPUTACIONES QUE LES FUERON HECHAS.
En el salón de
la Alcaldía de Tarrasa verificóse el careo de acusadores a consecuencia de la
grave denuncia contra las religiosas del Hospital.
Ha quedado
demostrado que el Hospital-Casa Caridad de Tarrasa es feudo de monárquicos y
reaccionarios que, parapetándose en aquel establecimiento benéfico, persiguen
implacablemente a los humildes que allí se albergan, si aquellos tienen
simpatías por ciertas personas o son de filiación republicana.
La indignación
del pueblo es unánime y pide para los autores de la salvajada una justicia
ejemplar.
Recientemente
en el despacho de la Alcaldía y en presencia de autoridades tuvo lugar el careo
de heridos y familiares que formularon las denuncias de los señalados como
primeros responsables de este delito de barbarie.
Las acusaciones
terminantes que los atropellados sustentaron no pudieron ser rechazadas por los
encartados en la responsabilidad.
Cuando un señor
distinguido (?) en este inhumano caso – cuyo nombre insertábamos anteayer-,
trató de atenuar o justificar una actitud de cretino que había adoptado con la
madre de un herido, un hijo de ésta, de 12 años, que le acompañaba por la senda
del dolor y que estaba presente en la entrevista, se encaró ante el cínico
protagonista, con la sinceridad de la infancia, y con todo el imperio acusador
de un corazón puro le dijo:
-Cuando usted
dijo aquello a mi madre, si yo hubiese sido mayor le aplasto la cabeza.
La culpabilidad
quedó demostrada durante la entrevista, en la cual nada consiguieron desvanecer
de las denuncias formuladas por los heridos a las primeras autoridades de
Cataluña.
La Generalidad
envió un delegado especial a Tarrasa, a fin de que interviniera en la cuestión
y sea planteado en hecho ante los representantes de la ley con toda severidad.
Veremos que
pasa.
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