sábado, 9 de diciembre de 2017

El Diluvio, Edición del miércoles 20 de junio 1934, página 20

Durante la noche del sábado fueron muchas las calles que, organizados por el vecindario, se celebraron bailes de verbena, sin que ocurriera el más pequeño incidente.

En el Dispensario médico municipal fueron asistidos entre el domingo y lunes, los siguientes ciudadanos:

Francisco Caparrós, de 20 años, con domicilio en la calle de Comerma, 35, el cual presentaba una herida en la región anterior del tórax, producida durante una disputa sostenida en un campo de fútbol.

Cecilia Manonelles, de 32 años, habitante en el número 324 de la calle Transversal, por sufrir una herida de regulares dimensiones en la rodilla izquierda.

Los niños Luis Rivera, de seis años, habitante en la calle de la Salud, 10, de herida al muslo izquierdo producida en el lavadero de su casa mientras se bañaba y Francisco Aragonés, calle del 14 de Abril número 9, de heridas en la rodilla y brazo izquierdo producidas por caída.

Asimismo, la niña de nueve años Rosa Samper, con domicilio en la calle de Arquímedes, 127, de fuerte herida en la mano derecha, producida con sus juegos.

El martes ocurrió un doloroso accidente que impresionó formidablemente a cuantos fueron testigos de la tragedia.

En la Rambla de Egara se construye un edificio destinado a teatro-cine. Anteayer, como hemos dicho, se encontraban trabajando en una zanja los obreros Antonio Pascual Carol, José Carmona Sánchez, Sebastián Blanco Pomar y Manuel Ortega Escobal, cuando sin dar tiempo a nada, se produjo un desprendimiento de tierras cubriendo a los cuatro obreros citados.

Rápidamente empezaron los trabajos de salvamento, llevando a los pocos momentos los bomberos y la Cruz Roja, quienes conjuntamente lograron extraer a los desgraciados obreros, encontrando sin vida a los tres citados en primer término y gravísimamente herido el Ortega, que se reanimó con la respiración artificial que le fue practicada.

Los cadáveres, previa autorización del Juzgado, que se personó en el lugar de la desgracia, fueron trasladados al depósito judicial, y el herido, con todas las precauciones, al Hospital.

Acudió también en los primeros momentos el alcalde, ciudadano morera, el cual se interesó vivamente por el estado del herido.

El Juzgado trabaja activamente para cerciorarse de si hubo negligencia por parte de alguien.


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