viernes, 22 de mayo de 2009

La Vanguardia Edición del viernes, 01 agosto 1913, página 4

En Tarrasa

Esta mañana, empezó a circular en esta ciudad la noticia de que parte de los obreros del Arte Fabril de Sabadell secundaban la huelga iniciada en Barcelona. A la hora de costumbre se reanudó el trabajo en todas las fábricas, sin que se notara nada anormal, trabajándose hasta el mediodía, lo cual hizo concebir la esperanza de que los obreros tarrasenses no secundarían el movimiento o que de hacerlo, la declaración de huelga no sería inmediata. Por la tarde, después de la hora de la comida, empezó a esparcirse el rumor de que delegados forasteros visitaban las fábricas invitando a los obreros a adherirse al movimiento huelguista, habiendo empezado en las fábricas de los señores Seix y Bosch y Duran, en las que fueren atendidos sus requerimientos.

El alcalde señor Ullés, que con el primer teniente de la guardia civil jefe de la línea, don Pedro Martines y el segundo teniente don Pedro Hernández, habían estado desde primeras horas dictando disposiciones encaminadas a impedir que se atentase contra la libertad del trabajo, al tener conocimiento de lo que ocurría, se dirigió inmediatamente a la calle de San Pedro, donde los vecinos a la puerta de sus casas comentaban, la noticia.

Inmediatamente salió del cuartel la única fuerza de la guardia civil disponible, compuesta de 25 individuos, pues los 25 restantes del destacamento están destinados a la vigilancia y custodia de la línea, empezaron a patrullar por la ciudad y las afueras, yendo en busca de los comisionados forasteros, quienes, avisados de que la benemérita iba en su busca, hacían lo posible para evitar su encuentro.

Estas maniobras que fueron advertidas por el vecindario y los rumores que, como ocurre siempre en casos parecidos, empezaron a circular de supuestas colisiones entre la fuerza pública y los huelguistas, rumores que afortunadamente no llegaron a comprobarse; hicieron que cundiese la alarma entre el vecindario. Uno de los efectos inmediatos de la alarma fue el cierre de la mayoría de las puertas de los establecimientos.

El señor Ullés desde que se inició la huelga ha permanecido constantemente en el despacho de la Alcaldía, dando órdenes y celebrando frecuentes conferencias telefónicas con el gobernador civil, a quien iba dando cuenta, de la extensión de la huelga y de los incidentes ocurridos. Entre ellos figura la detención, de once obreros acusados de ejercer coacciones y que poco después fueron puestos en libertad.

En las oficinas de la Alcaldía se ha trabajado en la formación de la estadística de los obreros declarados en huelga, que está aun por terminar y que les comunicaré tan pronto como me sea facilitada. Hasta ahora, según datos oficiales., han secundado la huelga los obreros de las fábricas de los señores- Fontanals, Sanmartí. Boix y Bosch y Duran-.

—A.

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