domingo, 30 de junio de 2019

El Siglo futuro. 28/11/1935, n.º 18.462, página 23.


DON LUIS HERNANDO DE LARRAMENDI

Es recibido con una ovación.

Empieza hablando del optimismo de nuestras masas, aún en el mismo sacrificio.

Cita al poeta latino «que no está mal poner un grano de locura en la cordura». Voy a poner un poco de pesimismo al optimismo que ha vibrado en este local.

Elogia el discurso de la señorita Urraca Pastor y de los demás oradores, destacando las bellas cualidades que adornan a los mismos.

Vengo a rendir un tributo de simpatía y admiración a los tradicionalistas de Tarrasa, que han levantado tan bello Círculo y han organizado un acto como el presente.

Cuando se trata de defensa de los principios católicos y patrióticos, vamos siempre a la vanguardia.

Cuando los partidos se derrumban, permanece el Tradicionalismo. No hace un siglo que existimos, sino quince, pues somos herederos de la grandeza de nuestra Patria.

Hace un elogio de la ciudad de Tarrasa, de su Industriosidad, de su historia, pues ya en la Edad Media producía los tejidos que eran ya famosos.

Esta ciudad es un canto al trabajo, que ha transformado su industria, adaptándola al progreso de los tiempos.

Hace el elogio del trabajo, y en bello párrafo lo enlaza con la ciudad de Tarrasa, y dice que el Círculo Carlista representa aquel espíritu que une las varias épocas de la historia de la ciudad que es emporio del trabajo.

Quisiera, dice, presentaros el fracaso de los principios liberales. Nada práctico, nada útil queda en España para salvarse, excepto nuestro ideario. Pretender someter los intereses generales a los de partido o de particulares, es intolerable, y debe fracasar.

Tenemos hombres suficientes para gobernar; hombres de talento, intelectuales, debidamente preparados. Lo que nos hace falta es Prensa, es propaganda, es dar importancia a nuestros hombres y a nuestras cosas.

Rinde un homenaje a nuestros intelectuales, y cita a «Fabio» (Nuestro queridísimo e incomparable redactor. (Nota de EL SIGLO FUTURO.)), a quien tributa un homenaje.

Estamos sometidos a varios partidos, que buscan el interés particular. O un múltiple mandato. Por esto, tan República es la actual como la anterior al 14 de abril.

Hablemos del problema obrero. No cabrían aquí los libros que sobre el mismo se han escrito. A pesar de todo, el problema del paro es una respuesta a todos estos libros. Si no se resuelve mediante los principios que nosotros defendemos, se convertirá en una catástrofe.

Se refiere al salario de hambre de tiempos atrás. Hace historia de las mejoras obreras obtenidas, y las compara con la situación antigua.

Vienen los partidos políticos, y estimulan al obrero con fines revolucionarios.

Se van cerrando las fábricas. Aumenta el paro. Disminuye la tranquilidad. Más hambre, más agitación.

Por este camino vamos a la ruina. La perspectiva es triste en las naciones occidentales. En cambio, el Japón tiene trabajo, y su industria florece. Sus productos son más baratos.

Señala el peligro oriental. Vendrán los pueblos de color a imponer su fuerza y su civilización.

Proclamamos la paz. No tenemos confianza en las instituciones en pro de la paz. Se refiere a la guerra europea, y describe sus horrores.

Se nos habla de libertad, y aquí está el delegado que me cortará la palabra si hablo de asuntos que, aunque sean verdad, no agraden a aquellos que lo han mandado aquí.

Nada hay de verdad ni de estabilidad, debe haber unidad de mando Autoridad digna por encima de todos. Nuestro Caudillo nos llama a todos. Todos pueden cobijarse bajo sus pliegues.

Termina con un brillante párrafo, diciendo que nuestra Comunión logrará detener la ruina de la civilización de nuestra Patria, ruina a que la llevarían los desgraciados elementos de la revolución que se agitan en España.

El señor Larramendi es muy aplaudido.

EL SEÑOR PRAT PIERA

cierra el acto con unas acertadas palabras.

Después de los elocuentes discursos que habéis oído, creo que únicamente debo pronunciar unas palabras como colofón.

Evoca los actos de Poblet y Montserrat, diciendo que fueron un epílogo de una campaña de propaganda de afirmación de nuestro trilema.

Hoy, en este magno acto en que celebramos el XXV aniversario de la fundación de nuestro Centro de Tarrasa, vibramos entusiasmados otra vez.

Manifiesta que se adhiere a las palabras que ha dirigido a la juventud la señorita Urraca Pastor.

Dirige elogios a nuestros jóvenes, parangonándoles con los de otras organizaciones y citando sus hechos heroicos.

Hemos de ser románticos, como los hombres de Covadonga, de Clavijo, de Femando el Católico, de Colón, los de la épica Independencia, y como nuestros correligionarios de Olesa de Montserrat.

Viene a nosotros mucha gente, pero ya ha pasado el tiempo en que las personas poderosas nos pedían auxilio cuando corrían peligro su vida y hacienda, abandonándonos después.

Dedica un elogio al señor Bau.

Cree que de nuestros actos hemos de sacar consecuencias. Es necesario remover la entraña social. Hay que imitar a nuestros amigos de Sallent—sede del anarquismo—; constituirse en Circulo Tradicionalista, dando la cara a la revolución.

Entusiasmo, decisión, disciplina. De Tarrasa a otra población, y al fin a Madrid. (Gran ovación.)

Terminado el discurso del digno presidente de la Junta provincial, empieza el público a desfilar.

Gran parte del mismo se estaciona en la plaza frente al teatro, y ovaciona repetidamente a los oradores, que suben a los coches respectivos, que los llevan al local donde debe celebrarse el banquete oficial.

EL BANQUETE

El banquete de homenaje a los oradores y a las autoridades tradicionalistas tuvo lugar en el restaurante Tarrasa, y fue impecablemente servido.

A pesar de su carácter íntimo, se sentaron a la mesa, acompañando a los homenajeados, un centenar de comensales.

Ocupó la presidencia el señor Hernando de Larramendi. Estaban a su derecha el señor Prat Piera, la señorita Urraca Pastor, el señor Sangenís, el señor Tapióla y el señor conde de Valdellano; y a su izquierda, el señor Bau, el Reverendo Padre Baradat, él señor Cunill y la señora Cunill, que es presidenta de las «Margaritas».

A la hora del champagne se pronunciaron elocuentes y sentidos brindis, que fueron unánimemente aplaudidos. Fueron iniciados por don Luis Ventalló, que ofreció el banquete, siendo contestado por los señores Bau y Larramendi.

Don Luis Ventalló saluda a las autoridades del partido presentes en el acto, y a los amigos de fuera que asisten al mismo.

Ofrece el banquete, y promete el apoyo de las Juventudes de Tarrasa para la actuación que sea necesaria a fin de implantar en España lo que todos deseamos.

El señor Bau pronuncia también un elocuente brindis.

El señor Larramendi empieza diciendo que estos banquetes íntimos son como un sello de amistad y afecto.

Recuerdo unos sellos, los más estimados, los que se guardan en los documentos ancestrales. Son de cera, pero se conservan con tanta perfección, que todos los habéis visto y contemplado. La cera blanda es sensible al troquel, pero subsistente a través de los siglos. Sobre la cera blanda del corazón español que arde con entusiasmo en Castilla cuando se habla de Cataluña, y en Cataluña cuando se habla de Castilla, cuando se habla de algo grande y tradicional.

Alto debe ser nuestro ideal. Estos banquetes deben ser símbolo del gran hogar nacional que guarda el recuerdo de nuestras grandezas patrias.

Queremos que todos vengan al gran banquete de la gloria del triunfo.

Termina diciendo que no ostenta ningún cargo dentro del partido, y que jamás ha ocupado ningún cargo, excepto el de secretario de Don Jaime de Borbón, al que le llevó el mismo Rey.

Nuestros diputados ocupan muy dignamente su cargo, y son dignos representantes vuestros. La autoridad que ostento me la dais vosotros, y creo Interpretar los. sentimientos de nuestro Caudillo dándoos las gracias y felicitándoos por el éxito de los actos celebrados.

Nuestros antepasados lucharon por Dios, por la Patria y por el Rey; también vosotros lo haréis cuando llegue el momento de la lucha decisiva que ha de llevarnos al triunfo.

Todos fueron muy aplaudidos.

VISITA AL CIRCULO Y HOMENAJE A RAMÓN MARCET

El acto que por la tarde tuvo lugar en el amplio local del Círculo Tradicionalista fue verdaderamente espléndido, digna coronación de la brillante jornada.

El gran salón de actos no podía contener la inmensa multitud que se apretujaba en los pasillos y dependencias contiguas, para no perder el menor detalle.

Las autoridades y oradores ocuparon la presidencia en un estrado levantado a este efecto.

Caldean el ambiente con elocuentes discursos y vibrantes alocuciones los ilustres oradores de la mañana. El señor Sangenís y el señor Bau abandonan el local en medio de una ovación, después de haber hablado, por tener que salir aquella misma noche para Madrid.

La señorita Urraca Pastor y el señor Hernando de Larramendi son ovacionados.

Varios de los oradores se han referido en sus discursos a nuestro querido amigo don Ramón Marcet Ballber, ex presidente del Círculo y uno de los elementos que más han trabajado para llevarlo al prestigio y esplendor de qué hoy goza. Por razones de conveniencia industrial abandona Tarrasa para establecerse en Villarreal. Con este motivo, los que han sido conciudadanos suyos y que han compartido con él las luchas y los entusiasmos por el Círculo que cumple sus veinticinco años de existencia, han querido hacerle objeto de un sentido homenaje.

A este fin, se le hizo entrega de un artístico pergamino, orlado con emblemas de la Tradición y de la ciudad de Tarrasa. En el mismo figuraba la siguiente inscripción:

«El Círculo Tradicionalista de Tarrasa, al firme luchador Ramón Marcet Ballber, al ausentarse de nuestra ciudad y en testimonio de reconocimiento por su abnegación, desinterés y sacrificios demostrados en todo momento de su actuación por la Causa Tradicionalista.»

El señor Marcet agradeció emocionado el gesto de sus compañeros, mientras era objeto de una estruendosa ovación.

También nosotros sentimos su partida a más lejanas tierras, y nos unimos sinceramente al homenaje de que fue objeto. Que el Señor bendiga sus nuevas empresas.

Terminó el acto en medio del más ferviente entusiasmo y la más viva satisfacción de todos.
Durante el transcurso de la gran jornada no ocurrió el más mínimo incidente desagradable que viniera a empañar el esplendor de los actos celebrados.

DESPUÉS DE LA JORNADA DE TARRASA

Anteayer se dirigió al Augusto Caudillo Don Alfonso Carlos el siguiente telegrama:

«Círculo Tradicionalista de Tarrasa. Juventudes, Requetés y «Margaritas», con motivo celebración bodas de plata de su fundación, reiteran testimonio adhesión y lealtad inquebrantable. Tapiola, - presidente del Círculo; Prat Piera presidente Junta provincial.»



sábado, 29 de junio de 2019

El Siglo futuro. 28/11/1935, n.º 18.462, página 22.


RESEÑA COMPLETA DE LOS ACTOS GRANDIOSOS CELEBRADOS EN TARRASA CON MOTIVO DE LAS BODAS DE PLATA DEL CIRCULO TRADICIONALISTA

Los oradores fueron aclamados con entusiasmo en el mitin y el banquete celebrados

Por haber sido notoriamente incompletas las informaciones que recibimos y publicamos, de toda buena fe, acerca de los actos celebrados el domingo último en Tarrasa con motivo del XXV aniversario de la fundación del Circulo Tradicionalista en aquella ciudad, ampliamos hoy gustosísimamente esas informaciones, tomándolas de nuestro querido colega de Barcelona «El Correo Catalán»

IMPRESIÓN

Los tradicionalistas de Tarrasa acaban de escribir una gloriosa página en su brillante historia. Sus veinticinco años de actuación valiente y decidida acaban de ser coronados con la celebración de unos actos que perdurará en la memoria de cuantos tuvieron la dicha de presenciarlos.

El domingo por la noche regresamos de Tarrasa con el corazón abierto al optimismo. Un Circulo Tradicionalista fundado hace veinticinco años, que ha tenido que luchar contra viento y marea, contra la oposición de los propios y la persecución de los extraños, y que llega a sus bodas de plata con la vitalidad y el esplendor del Círculo de Tarrasa, es un motivo de alta ejemplaridad para todos nuestros amigos de Cataluña y de España entera.

Todos sus actos resultaron magníficos, éxito enorme de público y de organización. Todos los forasteros se llevaron la impresión de que los tradicionalistas de Tarrasa saben hacer bien las cosas.

La Misa de Comunión general, devota y fervorosa, con centenares de fieles que se acercaron a la Sagrada Mesa.

El mitin, en el amplio teatro Principal, fue realmente apoteósico. El banquete, celebrado en la intimidad, constituyó un acto de Fraternidad tradicionalista admirable. El acto celebrado en el Círculo fue emocionante.

Una actuación queremos mencionar especialmente la del orfeón tradicionalista, que cantó la Misa de Comunión y en el acto de la tarde. Estuvo a una altura incomparable. Maestros y orfeotas merecen una felicitación entusiasta.

La impresión que recibimos anteayer en Tarrasa es francamente optimista.

Nuestros plácemes más sentidos a los organizadores de los actos celebrados, a la digna Junta directiva, a todos y a cada uno de nuestros amigos de aquella industriosa ciudad.

Si necesitaran de nuestros estímulos para una futura actuación, concretaríamos nuestro pensamiento en una sola palabra: ¡Adelante!

LOS ACTOS PREPARATORIOS

Como preparación a la Jornada del domingo, nuestros amigos de Tarrasa organizaron dos tandas de ejercicios espirituales. Uno para señora, en la iglesia del Convento-Hospital, que predicó con unción y elocuencia el Reverendo don Sebastián Balaguer, i otra para hombres, en el local del Círculo, y que fue dirigida, con la competencia que le es unánimemente reconocida, por el Reverendo Padre Calasanz Baradat, Superior de la Residencia que los Padres de los Sagrados Corazones tienen en Barcelona.

Ambas tandas estuvieron muy concurridas, lo cual demuestra la piedad de nuestros queridos amigos de aquella ciudad.

LA MISA DE COMUNIÓN GENERAL

La jornada del domingo empezó con el acto solemne de la Misa cantada de Comunión general, que tuvo lugar en la iglesia del Convento-Hospital. Fue digno principio de la gloriosa jornada, y espléndido remate a la semana de ejercicios espirituales anteriormente celebrados.

Celebró la Santa Misa y predicó una fervorosa plática el Reverendo Padre Casulá, Carmelita. El Orfeón Tradicionalista cantó magistralmente la Misa «Fons Bonitatis».

La iglesia estaba completamente llena de fieles, que se acercaron devotamente a recibir a Jesús Sacramentado, una vez más dieron nuestros amigos de Tarrasa una prueba evidente de su religiosidad.

EL MITIN EN EL TEATRO PRINCIPAL

El amplio teatro ofrecía un magnífico golpe de vista. Tanto la platea y los palcos, como las tres inmensas galerías, todo estaba lleno de un público entusiasta, deseoso de escuchar las sabias lecciones de los maestros del Tradicionalismo.

Pocas veces se habían visto en Tarrasa espectáculos como el que ofrecía anteayer el teatro Principal momentos antes de empezar el mitin.

Ocupó la presidencia el señor Hernando de Larramendi, acompañado de los demás oradores, autoridades del partido y delegaciones de Barcelona y de las distintas comarcas de Cataluña.

Empieza el acto con un elocuente discurso del secretario del Circulo Tradicionalista de Tarrasa.

DON LUIS VENTALLO

Hace la presentación de los oradores.

Destaca que precisamente al instituirse un régimen que es la negación absoluta del Tradicionalismo, han resurgido en Tarrasa nuestros ideales,

Es acogida con una ovación entusiasta la alusión a un héroe tradicionalista que derramaba su sangre en defensa de unas Hermanas de la Caridad.

Alude a los hechos más heroicos llevados a cabo en estos veinticinco años.

Termina con un vibrante párrafo, en el que promete en nombre de los tradicionalistas de Tarrasa luchar hasta el último momento en defensa de los ideales contenidos en nuestra santa trilogía.

DON CASIMIRO DE SANGENIS

Es acogido con una salva de aplausos. Dirige una salutación a los asistentes, y hace un elogio de los carlistas de Tarrasa.

Se refiere al panorama político español, señalando los principales problemas planteados en el Parlamento, principalmente la cuestión de los presupuestos.

Ataca al parlamentarismo, señalando sus defectos, y advierte que todo está en descomposición por culpa del liberalismo.

Únicamente queda en pie segura y firme, la gloriosa Comunión Tradicionalista.

Entona un canto a nuestro programa, y se extiende en diversas consideraciones, augurando su pronta y definitiva implantación.

Se refiere a la unión de las derechas en Cataluña, diciendo que en las pasadas elecciones el Tradicionalismo ocupó su puesto de honor.

Dice que, en la futura contienda, nuestra posición será la misma.

Aboga, entre grandes aplausos, por el derogacionismo de la Constitución.

Refiriéndose a la cuestión catalana, dice que queremos un Estatuto muy catalán, pero a la vez muy español.

Insiste en la coalición de las derechas, advirtiendo, no obstante, que sus fines han de ser más eficaces que los de la anterior.

Termina diciendo que en esta coalición serán postulados básicos la religión, la familia y la propiedad.

Lucharemos —dice— con ahínco, hasta lograr la implantación íntegra de nuestro inmortal trilema.

Una gran ovación acoge las últimas. palabras del orador, reproduciéndose los aplausos al entrar en el salón la señorita Urraca Pastor, acompañada de doña Ángeles de Janer

DON JOAQUIN BAU

diputado por Tarragona pronuncia el magnífico discurso del que ya dimos cuenta a nuestros lectores, siendo aplaudido repetidas veces en el transcurso de su peroración, y escuchando, al terminar, una ruidosa ovación.

SEÑORITA MARÍA ROSA URRACA PASTOR

Al aparecer en la tribuna es acogida con aplausos y vivas.

Eran—empieza diciendo—aquellos días del bienio, cuando España estaba bajo el equipo de la peritonitis y Cataluña bajo el de la alcantarilla, cuando la propaganda se hacía difícil. La Providencia de vez en cuando nos enviaba un regalito.

Yo lo recibí aquí, en Tarrasa, pues cuando venía a visitaros recobraba energías para la lucha.

Al volver al palenque me parece que aquellos tiempos vuelven. Mas no importa. Aquí estamos nosotros para hacerles frente.

Se refiere a la unión de las fuerzas de derechas, afirmando que nosotros nunca vamos a desunir, porque sería la negación de nuestras doctrinas.

Ataca a los partidos políticos, poniéndolos en parangón con la Comunión Tradicionalista. Recomienda a todos, el sacrificio, necesario, para la salvación de la Patria.

Dice que cree que se habla con demasiada ligereza de la unión de los católicos, puesto que por su común denominador ya lo están de hecho.

Debe haber una unión de almas, y éstas deben coincidir en lo fundamental, y ya no habremos de hablar de uniones ni de desuniones.

Por lo que se refiere a las uniones políticas circunstanciales, nuestra Comunión está donde hemos estado siempre; si algunos se fueron, nosotros les aguardamos con los brazos abiertos, en la cruz de nuestras persecuciones.

Todos vuelven los ojos hacia nosotros. Los intelectuales en primera fila.

La situación política actual es la misma que existía antes del golpe de Estado del general Primo de Rivera. Reina el pesimismo, positivo y negativo. Este último, principalmente asentado en la masa neutra, que. con razón, ve que en la órbita política se mueven los mismos elementos que ayer. Los que también vendrían mañana, con nosotros, cuando triunfáramos.

Y es que no ha cambiado el sistema. Pero se hace imposible la creación de dos partidos turnantes de los tipos que presidieron Cánovas y Sagasta.

Azaña. en realidad, no representa a las izquierdas, sino al extremismo rojo, que lo eliminaría el día que llegara al Poder.

Combate a los revolucionarios, afirmando que acechan otra vez.

Hay que recobrar la fe en España y en nosotros ante el fracaso del sistema liberal en todos los órdenes, que ha sembrado ruina en el orden económico y en el del trabajo, y ha recrudecido la lucha de clases.

Se extiende en acertadas consideraciones en tomo de este punto, explicando la doctrina tradicionalista referente al particular, que es la justicia social.

Es necesario que todos cumplan con su deber, formando el eslabón de la cadena del sacrificio. Que, si el trabajo es castigo, también es satisfacción. Y así, Dios sostendrá la cadena y les dará a los hombres, cuando comparezcan ante El, el premio merecido.

También ha fracasado el liberalismo en el orden intelectual. Glosa este aspecto.

El fracaso en el orden político ha sido rotundo. Es el causante del pesimismo de que os hablaba.

Frente a estos fracasos, únicamente nos encontramos nosotros. No puede hacer Justicia quien no tiene las dos esenciales condiciones para administrarla: independencia y continuidad en el mando, porque el liberalismo, con su sistema, priva de estas condiciones a sus hombres.

Únicamente en el Tradicionalismo existen; por esto yo soy monárquica, monárquica, monárquica. (Aplausos y vivas.)

Dice que antes de terminar quiere hacer unas advertencias a la juventud.

Les dirige unas palabras explicándoles los fundamentos de nuestra Comunión, realzando el espíritu de sacrificio y de lealtad de nuestros hombres, gracias al cual existe el Tradicionalismo, que ha visto caer muchas organizaciones a través de un siglo de existencia.

Entona un canto elocuente a las cualidades que antes ha señalado.

Recomendando a todos la disciplina, explica cuál es nuestro concepto referente a este punto. Nosotros no decimos que los jefes no se equivocan, sino que el que obedece no se equivoca nunca.

También recomienda a todos la oración, esperando que Dios nos otorgue el triunfo si nos colocamos en el crisol del sacrificio.

No seáis pesimistas. España no puede morir en manos de los políticos; tiene reservas para no perecer, pues ha sido madre de innumerables pueblos. ¡Arriba el corazón! España no morirá. Si todo fracasa, acordaos de la Comunión Tradicionalista, que demanda el puesto de sacrificio para combatir a la revolución.

(Gran ovación. La señorita Urraca Pastor recibe de unas «Margaritas» de Tarrasa un hermoso ramo de flores.)

(continúa)

viernes, 28 de junio de 2019

La Vanguardia, Edición del miércoles, 27 noviembre 1935, página 7


JUSTICIA MILITAR

Consejo de guerra por los sucesos de octubre en Tarrasa

En el salón biblioteca de la División se reunió ayer el consejo de guerra de oficiales generales para juzgar a los procesados por los hechos revolucionarios de octubre, en Tarrasa.

Los procesados son Juan Llach Feliu. Miguel Oraltela Voltá, Miguel Palet Martí, Jaime Salellas Salado, José Petxamé Salado, Pedro Ciurana Font, Juan Maten Treguant, Luis Saló Sotus, Rafael Vilaplana Vicens, Valentín Puigdoménech Busom, Jaime Comadrán Castells, José Arenillas Benedito, Samuel Morera Rivas, Samuel Morera Blanco, Antonio Marujo Forniells, Miguel Marín Forniells, Jaime Soler Puig, Laureano Navarro Bertrán, Rafael Zapater Bendeto, Andrés García Martínez, Vicente Forns Espiu, Juan Seguí Arró, José Elias Caixa y Miguel Save III.

El apuntamiento, que es muy extenso, señala que las actuaciones del Juzgado militar se iniciaron en 30 de octubre del pasado año, y dice que el día 22 del referido mes de octubre el capitán de la Guardia civil don José Negrete tuvo noticias de que en la Casa del Pueblo de Tarrasa había armas escondidas, de las que se habían utilizado en el movimiento revolucionario. Por este motivo, rompiendo los precintos de la Casa del Pueblo, procedió a efectuar un minucioso registro, que dio por resultado encontrar en un patio nueve bombas cilíndricas y cartuchos de Remington. Debajo de la tarima del salón de sesiones del mismo local fueron hallados 31 Remington, 10 Winchester, dos carabinas Monserrat, sistema Máuser; dos sables del ejército, dos machetes, una bayoneta triangular y cuatro porras da madera. También se incautó de un plano de la ciudad, con unos trazos en tinta roja con nombres en cada división, como si se tratara de los encargados de la vigilancia de aquellas secciones.

Auxiliado por funcionarios de la brigada municipal, el capitán Negrete, de la Guardia civil, penetró en los pisos altos de la Casa del Pueblo, en donde creyó que encontraría más armas escondidas; pero no fue así. Tan sólo en una caja de la sala biblioteca fueron halladas 686,29 pesetas en billetes, plata y calderilla. En el tejado fueron hallados una pistola del 6,35, inservible; cuatro revólveres, 200 cartuchos para Remington y Winchester, y en cada arma había una bala en la recámara. Se pasó a continuación a leer las declaraciones de los procesados, y se dio lectura asimismo a la diligencia de registro efectuada en el Ayuntamiento, donde fueron hallados cinco revólveres, 18 armas más, de varios tipos; 115 cartuchos, siete armas blancas, un cesto con cartucheras y varios carnets del Somatén, todo silo junto a la caldera de la calefacción.

A continuación, se leyeron las declaraciones prestadas a plenario por los procesados, en las que consta que el ex alcalde de Tarrasa, don Samuel Morera, se presentó ante la autoridad militar el 7 de febrero del corriente año. Dijo desconocer que estuviese reclamado, y aseguró que en todo momento cumplió las órdenes y obligaciones que tenía por el cargo, de mantener el orden público de la población a toda costa. Hizo resaltar que, por lo importante, en número, de la ciudad de Tarrasa, se vio obligado a movilizar el Somatén para guardar la ciudad el día 6, ya que la Guardia civil quedó acuartelada, y de guardias de Asalto sólo contaba con diez números y un cabo.

Terminada la extensa lectura del apuntamiento, lectura que duró más de dos horas, a petición del letrado señor Muñido, defensor del ex alcalde, se leyó la alocución que la emisora Radio Tarrasa radió la noche del 6 de octubre. De ella se desprende que en Tarrasa no se hizo proclamación alguna del «Estat Català», y sí tan sólo se dio cuenta de la proclamación hecha en Barcelona por el Gobierno de Cataluña, y de la conveniencia de que todos los ciudadanos procuraran que no se alterase el orden, en tanto se veía en qué acababa la resolución adoptada por la Generalidad.

Se procedió a leer el oficio por el cual la Alcaldía requirió al cabo del Somatén para movilizar estas fuerzas, a fin de guardar el orden en la ciudad y evitar que se destruyeran los templos y con objeto de custodiar los establecimientos públicos.

Terminada la lectura de los documentos aportados por la defensa, se suspendió la vista por unos cinco minutos, a fin de que se buscara, para leerla, la lista de los elementos que integraban el Somatén el día 6 de octubre.

Al reanudarse la sesión se procedió al interrogatorio del ex alcalde don Samuel Morera. Este, a preguntas de su defensor, contestó que el mes de junio de 1934, cumpliendo órdenes de la Generalidad, procedió a la recogida de armas del antiguo Somatén y las guardó en el Ayuntamiento. Que se enteró del movimiento huelguístico de los días 5 y 6 por unas hojas que se hicieron circular por la ciudad anunciando unas manifestaciones, las cuales prohibió, y ordenó a los escasos guardias con que contaba que las disolvieran, como así lo efectuaron, practicando, además, buen número de detenciones.

Explicó que movilizó el Somatén, porque con los diez guardias con que contaba no podía responder del Orden público, ya que había el precedente de que en otros movimientos extremistas había sido asaltado el Ayuntamiento.

Aseguró, además, que se opuso a la libertad de los presos que se le comunicó llevar a cabo el 6 por la noche.

Dijo que en la Consejería de Gobernación había un hombre que a él no le inspiraba ninguna confianza, ya que eran enemigos personales él y Dencás.

A preguntas del fiscal contestó que suponía el contenido de unas cartas circulares de la Consejería de Gobernación, que le ocupó la Policía y por ello no las cursó, y que si compró armas fue para repartirlas entre el Somatén y defender la ciudad.

Declaró a continuación Jaime Salellas Salvat, que dijo que estaba de acuerdo con lo declarado por el alcalde, y a preguntas de la defensa explicó que fue objeto de malos tratos por la columna volante que mandaba el capitán Negrete, ya que le abrieron la cabeza a golpes.

Contestó al presidente que no presentó una denuncia, pero sí que se quejó de los malos tratos al capitán Vidal y Ribas, y más tarde, ante el jefe de la cárcel, se negó a firmar una declaración, que le obligaban, bajo amenazas, explicando que la Guardia civil estuvo al margen de estos malos tratos.

El letrado señor Fernández Ros solicitó del Tribunal que constara en acta todo lo declarado y se sacara testimonio de tanto de culpa de los malos tratos, para las responsabilidades que haya lugar.

Jaime Comadrán declaró sentado, a petición de su defensor, debido a que padece una enfermedad.

La presidencia le hizo explicar la forma en que fue maltratado, y dijo que se encontraba algo enfermo, en su casa, de donde le sacaron para llevarle al Ayuntamiento, y después de encerrarle en un cuarto le preguntaron dónde se encontraba el alcalde, y al contestar que lo ignoraba, unos guardias, con las carabinas, y otros con las porras, le apalearon todo el cuerpo. Explicó que dio cuenta de esto al señor Vidal y Ribas, y que la Guardia civil y la tropa dijeron reprobar la actuación de aquella columna volante. Las defensas hicieron constar al Tribunal que aportaban como testimonio las fotografías del estado de sus procesados, por las palizas recibidas.

José Pechamet explicó asimismo que fue objeto de malos tratos y que, para arrancarle una declaración, en una de las noches que se le llevaron unos guardias, le amenazaron con aplicarle la ley de fugas.

Juan Mateo, cabo del Somatén de Tarrasa, declara que, cumpliendo órdenes del alcalde, movilizó el elemento civil, repartió armas y organizó la defensa de la ciudad, y que, de madrugada, al sonar las sirenas del Ayuntamiento, fue retirado el Somatén y recogido nuevamente el armamento, que se depositó en el Ayuntamiento.

Explicó también que fue testigo de los malos tratos a sus compañeros y que reconocería a los guardias de Asalto que se dedicaban a apalear a los presos.

En este momento se produjo un incidente entre el defensor señor Muñiz, Fernández Ros y la presidencia, y el señor Muñiz, con energía, pidió que en la sesión de la tarde compareciera el jefe de la columna móvil, ya que entendía que la sentencia que pudiera dictar el Tribunal dependía de la forma como fueron arrancadas las declaraciones.

El presidente lo hizo constar en acta.

Desfilaron a continuación Miguel Palet, consejero de Cultura, que fue el que llevó la alocución a la Radio de Tarrasa; Valentín Puigdoménech, Laureano Navarro, Antonio Marín, Andrés García, Jaime Soler y Rafael Sabater, que fueron interrogados por sus defensores, explicando su detención en el tiroteo frente a la cárcel, al intentarse la fuga de presos, y dicen ser ajenos a aquel hecho, ya que eran meros transeúntes.

Otro nuevo incidente se produjo entre los cinco defensores y el Tribunal, al solicitar los primeros la comparecencia de diversos testigos, y finalmente el presidente accedió a que declarasen, desfilando el alcalde gestor de Tarrasa, el secretario y el doctor don Joaquín Carreras, médico municipal que estuvo preso y procesado en este asunto, que atestiguó lo de los malos tratos y explicó que a los procesados se les deban las declaraciones a firmar habiendo sido redactadas previamente, sin ningún interrogatorio.

Declaró también el empleado municipal señor Farreiro, y a las dos menos cuarto da la tarde se suspendió la sesión, para continuarla a las tres y media.

A la hora fijada se reanudó la vista de la causa, informando el fiscal.

Este, en sus conclusiones provisionales, calificó los hechos de auxilio a la rebelión, en grado de frustración, solicitando penas de diez años de prisión para el ex alcalde y cuatro procesados más; diez penas de ocho años para otros tantos procesados y nueve de seis.

Como se expresará el defensor del ex alcalde y de otros procesados, don Rafael Muñiz, en forma que la presidencia estimó inconveniente, ésta dio orden de que la sala quedara completamente desalojada de público y de representantes de la Prensa, prosiguiéndose al consejo a puerta cerrada.

Las defensas leyeron sus informes, solicitando la absolución de sus patrocinados. Acto seguido terminó el consejo, reuniéndose el Tribunal para deliberar.

Según nuestras noticias, el consejo de guerra, después de amplia deliberación, dictó sentencia condenando a los procesados Samuel Morera y Juan Mateu a la pena de doce años; a Valentín Puigdoménech, a diez años, y a José Arenillas, Miguel Savé, Carlos Guardiola, Antonio Marín, José Soler, Laureano Navarro, Rafael Zapater, Andrés García Martínez, Vicente Font, Miguel Carantela. Jaime Salilles, José Petxamet, Juan Seguí, Pedro Ciurana, Luis Solé, Rafael Vilaplana y Juan Llach, a seis años.

Por la misma sentencia se absuelve a los procesados Jaime Comadrán, Samuel Morera y Miguel Palet. Dicha sentencia no será firme hasta que haya sido aprobada por el auditor y por el general de esta División.