El Sr. De Pablo Blanco celebraría
que los ayuntamientos regalasen camiones blindados a la Guardia Civil, imitando
el ejemplo del de Tarrasa
El Sr. De Pablo Blanco
recite a los periodistas:
—¡Hola señores! No he
podido ir a la reunión de la minoría radical porque he tenido que recibir
infinidad de visitas y que despachar muchísimos asuntos. He conferenciado con
una comisión de presidentes de comisiones gestoras provinciales sobre los
perjuicios que produce a dichos organismos la aplicación de la ley de
Coordinación sagitaria. Me doy cuenta que la justicia de la demanda de dichos
organismos, y les he prometido ponerme al habla con el ministro de Trabajo para
estudiar la forma de dejar a salvo los intereses de las diputaciones, que como
es sabido, se nutren de los ayuntamientos que las forman. También es muy
interesante la visita que me ha hecho el alcalde de Tarrasa, a quien acompañaba
el consejero de Estado, Sr. Marsá. Solicita aquel Ayuntamiento del Gobierno que
se le permita costear un camión blindado para servicios de la Guardia Civil,
del tipo ya conocido. Me he apresurado a aceptar el ofrecimiento, de acuerdo
con el inspector de dicho Instituto. Muy de veras celebraré que cunda el
ejemplo.
—¿Nada más?
—Casi nada más... He
visto algunas informaciones periodísticas que se refieren a interioridades de
la minoría radical. A mi juicio, el partido radical, obediente a su jefe,
apoyará a este Gobierno...
Y por hoy no dijo más.
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