Entierro de Iscle Soler
De nuestro corresponsal en Tarrasa son las siguientes notas de la imponente manifestación fúnebre que ayer recorrió las calles de aquella industrial ciudad, tributando el postrer homenaje al actor insigne, que tanto enalteció con su prestigio artístico el teatro catalán.
«Tarrasa 28.—Imponente manifestación de duelo ha constituido el acto de conducir a su última morada el cadáver de don Iscle Soler. Mucho antes de la hora anunciada los alrededores de la casa mortuoria estaban completamente llenos de una'multitud que ansiosa esperaba el momento de organizarse la comitiva, mientras en automóviles y coches llegaban las autoridades e invitados para asistir al entierro.
A las cuatro y media se ha organizado la comitiva por el siguiente orden: Banda municipal, cruz parroquial y reverenda comunidad, presidida por el ecónomo doctor Pursals. Seguía el coche mortuorio, cubierto de coronas con sentidas dedicatorias del Ayuntamiento de Tarrasa, Ayuntamiento de Barcelona, aficionados y admiradores de Tarrasa, familia Pitarra, Asociación de actores de Barcelona, Teatro Català, de don Enrique Borras, etc., etc.
Detrás del coche venía la presidencia oficial presidida por el alcalde de esta ciudad señor Ullés, el ex diputado a Cortes don Alfonso Sala y los provinciales señores Barata y Alegre y el concejal de esa señor Lianza de Bobadilla, que representaba al alcalde señor Sagnier,figurando seguidamente el Ayuntamiento en corporación, y el señor Ribé, jefe de la guardia urbana de esa.
Detrás formaban el duelo de la familia, el hijo político del finado don Antonio Torrella, un nieto, don Ángel Guimerá, don Enrique Borrás, don Conrado Roure y el actor señor Fiera.
Es imposible citar nombres de cuantos han asistido a tan imponente acto, ya que sin exageración puede afirmarse que estaba representado todo cuanto vale y significa, figurando en el cortejo fúnebre importantísimas representaciones de esta, Como último tributo al finado, el entierro ha seguido otro itinerario que el de costumbre, para pasar por delante del teatro Principal, donde la reverenda comunidad ha cantado un solemne responso, estando los balcones adornados con colgaduras negras.
En el cementerio, después de rezarse las preces de rúbrica, el alcalde señor Ullés, visiblemente emocionado, ha dado las gracias en nombre de la familia v de la corporación a la concurrencia, esperando que el recuerdo del que fue una figura colosal del teatro catalán perdurará en nuestra memoria para imitar sus virtudes como padre y ciudadano y rogando que por respeto al duelo le dispensaran de ser más extenso.
La banda municipal durante todo el trayecto ha dejado oír una marcha fúnebre, estando todas las calles completamente llenas de público.
Alas.
De nuestro corresponsal en Tarrasa son las siguientes notas de la imponente manifestación fúnebre que ayer recorrió las calles de aquella industrial ciudad, tributando el postrer homenaje al actor insigne, que tanto enalteció con su prestigio artístico el teatro catalán.
«Tarrasa 28.—Imponente manifestación de duelo ha constituido el acto de conducir a su última morada el cadáver de don Iscle Soler. Mucho antes de la hora anunciada los alrededores de la casa mortuoria estaban completamente llenos de una'multitud que ansiosa esperaba el momento de organizarse la comitiva, mientras en automóviles y coches llegaban las autoridades e invitados para asistir al entierro.
A las cuatro y media se ha organizado la comitiva por el siguiente orden: Banda municipal, cruz parroquial y reverenda comunidad, presidida por el ecónomo doctor Pursals. Seguía el coche mortuorio, cubierto de coronas con sentidas dedicatorias del Ayuntamiento de Tarrasa, Ayuntamiento de Barcelona, aficionados y admiradores de Tarrasa, familia Pitarra, Asociación de actores de Barcelona, Teatro Català, de don Enrique Borras, etc., etc.
Detrás del coche venía la presidencia oficial presidida por el alcalde de esta ciudad señor Ullés, el ex diputado a Cortes don Alfonso Sala y los provinciales señores Barata y Alegre y el concejal de esa señor Lianza de Bobadilla, que representaba al alcalde señor Sagnier,figurando seguidamente el Ayuntamiento en corporación, y el señor Ribé, jefe de la guardia urbana de esa.
Detrás formaban el duelo de la familia, el hijo político del finado don Antonio Torrella, un nieto, don Ángel Guimerá, don Enrique Borrás, don Conrado Roure y el actor señor Fiera.
Es imposible citar nombres de cuantos han asistido a tan imponente acto, ya que sin exageración puede afirmarse que estaba representado todo cuanto vale y significa, figurando en el cortejo fúnebre importantísimas representaciones de esta, Como último tributo al finado, el entierro ha seguido otro itinerario que el de costumbre, para pasar por delante del teatro Principal, donde la reverenda comunidad ha cantado un solemne responso, estando los balcones adornados con colgaduras negras.
En el cementerio, después de rezarse las preces de rúbrica, el alcalde señor Ullés, visiblemente emocionado, ha dado las gracias en nombre de la familia v de la corporación a la concurrencia, esperando que el recuerdo del que fue una figura colosal del teatro catalán perdurará en nuestra memoria para imitar sus virtudes como padre y ciudadano y rogando que por respeto al duelo le dispensaran de ser más extenso.
La banda municipal durante todo el trayecto ha dejado oír una marcha fúnebre, estando todas las calles completamente llenas de público.
Alas.
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