Ayer, bajo la presidencia del alcalde, se inauguró en los salones de la Agrupación Regionalista la Exposición «Ciutat-Jardí» ante numerosa y distinguida concurrencia, pronunciándose varios discursos alusivos al acto, siendo de especial mención el pronunciado por don José Pi de la Serra, que fue sumamente aplaudido.
Los exámenes verificados en el «Centre de Dependents del Comerç y de la Industria» se vieron sumamente concurridos figurando representaciones en la presidencia del Ayuntamiento, Cámara de Comercio y otras entidades que con su presencia quisieron dar realce al auto, saliendo sumamente bien impresionados del método que se sigue en la enseñanza, del que salen alumnas como la señorita Roumens, hija del cajero del Banco de Tarrasa, que en la asignatura de mecanografía puede disputarse el «record» con el más práctico que se conozca.
Ayer fue objeto de sabrosos comentarios, y por cierto no salió muy bien librada de los mismos la autoridad de nuestro alcalde, el hecho de que no ondeara, tratándose de un día de gala, en la fachada de las Casas Consistoriales la bandera española, no pudiéndose alegar ignorancia, ya que en frente o sea en el Instituto Industrial, ondeó durante todo el día, además de los otros edificios públicos como las Escuelas Industriales, cuartel de la guardia civil. Casa de Telégrafos, etc., etc., y sólo en la Casa de la Ciudad dejó de cumplirse una obligación que se había respetado siempre.
La comisión de ciudadanos que vino a protestar del hecho, puede enterarse de que he cumplido sus deseos.
—Alas.
—Alas.
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