viernes, 30 de marzo de 2012

La Vanguardia, Edición del martes, 22 junio 1920, página 9

EN SABADELL
CATÁSTROFE FERROVIARIA

LA PRIMERA NOTICIA

En las primeras horas de la mañana de ayer empezaron a circular por Barcelona alarmantes rumores de que en las inmediaciones de Sabadell había ocurrido una importante catástrofe ferroviaria, de la que resultaron sensibles desgracias personales.

Desgraciadamente el rumor era cierto y pudimos confirmarlo poco después.

En el kilómetro 345 de la línea del Norte, un kilómetro antes de llegar al apeadero de Sabadell, había habido un choque entre un tren de ganado que había salido, de Barcelona y varios coches que inadvertidamente habían escapado de la estación de Tarrasa ocasionando cinco muertos y tres heridos, dos de ellos graves.

En la estación del Norte no se tenían detalles del trágico suceso, por estar interrumpidas las comunicaciones. Sólo se tenían muy vagas noticias.

En el lugar del suceso, a donde únicamente podía irse por el ferrocarril eléctrico de Tarrasa, hasta Rubí, y de allí en automóvil a Sabadell, se presentaba un cuadro emocionante, imposible de describir.

COMO OCURRIÓ EL SUCESO

La catástrofe había sido producida por haber alcanzado al tren ganadero, procedente de Coruña, doce coches de viajeros y un furgón que se habían escapado de la estación de Tarrasa.

El tren ganadero constaba de diez vagones y el furgón, el ténder y la máquina. El furgón, en el que viajaban las víctimas, quedó totalmente destruido.

Los coches escapados de Tarrasa montaron sobre el furgón, dejándolo convertido en astillas.

Al producirse el choque se bifurcaron, cayendo los unos sobre la vía descendente y los otros sobre la ascendente. Ambas vías quedaron interrumpidas.

El choque ocasionó además la caída de algunos postes del telégrafo, quedando interrumpida la comunicación. En aquel momento explotaron los depósitos de gas que para su alumbrado llevaban los coches escapados y se produjo un incendio que los destruyó casi en su totalidad, pues lo aislado del sitio de la catástrofe y la hora en que ésta se produjo, tres y media de la mañana, no permitió en los primeros momentos prestar auxilio de ningún género.

Cuando llegaron los primeros empleados, la Cruz Roja y las autoridades de Sabadell, dedicáronse
a sacar de entre los restos del tren ganadero a las víctimas, auxiliaron como buenamente pudieron a las que todavía estaban, con vida. Los cadáveres hallábanse tan horriblemente mutilados que costó no poco trabajo su identificación.

TREN DE SOCORRO

Apenas se conocieron en Barcelona las primeras noticias del suceso, se organizó un tren de socorro con personal y material adecuado para proceder a dejar expedita la vía.

Para ello se presentaban no pocas dificultades, a causa de la gran cantidad de material destruido por el choque y acumulado en la vía.

LO QUE DICE EL JEFE DE TARRASA

El jefe de la estación de Tarrasa, a donde se trasladaron representantes de la prensa de Barcelona, les facilitó los siguientes informes:

Según costumbre, durante la noche se dedicaran los empleados de aquella estación a formar los primeros trenes que habían de salir para Barcelona a primera hora.

En la primera vía se colocó el material del tren de viajeros que sale a las siete, en la segunda el del que sale a las seis y en la tercera quedaron, como siempre ocurre, los vagones de mercancías que están preparados para ser unidos a los trenes de viajeros.

Pasó el tren ganadero y el jefe de noche y los empleados se retiraron al andén principal a descansar un rato y a almorzar.

Hallábanse tranquilamente almorzando cuando de Sabadell avisaron por telégrafo que habían pasado en dirección de Barcelona algunos coches de viajeros que se debían haber escapado de Tarrasa.

Nadie se había dado cuenta de tal suceso. El jefe se trasladó inmediatamente a la vía segunda y observó que faltaban cinco coches de viajeros grandes, siete pequeños y un furgón; esto es, todo el material que estaba preparado para el tren que sale a las seis. Imposible acertar a comprender cómo pudo escaparse este material, pues como se ha manifestado las maniobras habían terminado hacía algún rato y nadie había en aquel lugar.

Poco después de recibirse el aviso de Sabadell llegó a la estación, el guarda-agujas de la parte saliente de la estación, quien me dijo que había visto pasar unos coches en los que no iba nadie y que creía que el paso se debía a que estaban haciendo maniobras. Como que entre los 13 coches pesan unas 300 toneladas y la línea tiene una gran pendiente hasta Barcelona, al circular libremente debieron adquirir una marcha de lo menos 400 kilómetros por hora. Horroriza pensar lo que hubiera pasado si no alcanzan al tren ganadero, pues seguramente, como nada se hubiera opuesto a su vertiginosa carrera, tal vez hubieran llegado sin detenerse a Barcelona .

Sé que a, las 3'15 se dio en Sabadell la salida para Sardañola al tren ganadero y, por lo tanto, la catástrofe debió producirse a las tres y veinticinco aproximadamente.

MUERTOS Y HERIDOS

De la catástrofe resultaron las siguientes victimas:

Muertos: Antolín. Corcola, conductor militar del tren ganadero número 295; Remigio García, mozo de tren; José Carpio, ídem ídem; dos que no están identificados, pero que se supone son mozos de los ganaderos.

Herido grave, otro mozo, y heridos leves, Emilio Borrego y Antonio Planiellas, mozos del tren.

EL SERVICIO

El primer tren que sale diariamente de Barcelona es el tren mixto de Zaragoza y Bilbao, que tiene su partida a las 6'20.

Este tren salió a la hora de itinerario y, como de costumbre, abarrotado de viajeros.

A éstos al tomar billete nada se les dijo de lo ocurrido. Poco antes de llegar a Moncada detúvose el tren, no reanudando la marcha, hasta las dos horas después. Al inquirir los viajeros la causa de la detención vinieron en conocimiento de lo ocurrido.

Llegaron al lugar de la catástrofe y emplearon otras dos horas en el transbordo, pudiendo continuar el viaje con el material del tren correo de Bilbao y Zaragoza, que quedó detenido en las inmediaciones de Sabadell.

Fuera de este tren no se pudo formar ningún otro entre Sabadell y Manresa por falta absoluta de máquinas y carruajes.

Entre el lugar de la catástrofe y Barcelona, se puso en circulación un tren con material del mixto y del tren-tranvía, que sale de la estación del Norte a las 11'20. A este tren transbordaron los viajeros procedentes de Bilbao, Lérida, y Zaragoza y los de las estaciones comprendidas entre Manresa y Sabadell. Todos estos viajeros sufrieron grandes molestias por haber tenido que pasar algunas horas bajo un sol abrasador.

El tren especial en que había de marchar a las siete de la mañana la peregrinación a Limpias, aplazó su salida por veinticuatro horas.

TRISTE ESCENA

A Barcelona se dirigía en uno de los trenes de Vich un joven empleado que venía a entregar su servicio, y al llegar á la estación de Moncada se enteró con el natural dolor de la catástrofe ocurrida en Sabadell y de que uno de los muertos era su padre.

Emocionadísimo, se arrojó del tren y empezó a correr por la vía en dirección a Sabadell, dando grandes gritos.

Una pareja de la guardia civil salió tras él, acompañándole hasta Moncada, donde tomó el tren para Sabadell.

LAS COMUNICACIONES

Para trasladarse a Barcelona desde Sabadell, se necesita hacer el viaje en carruaje hasta Rubí y allí tomar el ferrocarril eléctrico de la Compañía de Ferrocarriles de Cataluña, hasta esta capital.

No hay comentarios: