lunes, 31 de mayo de 2010

La Vanguardia Edición del jueves, 13 julio 1916, páginas 13 y 14

Los ferroviarios, la pasada noche permanecieron en actitud expectante, pero esta mañana, al pasar el tren que viene de Zaragoza, en el que viajaban algunos partidarios de la huelga han dado vivas a la misma, levantando las gorras al aire.

Entonces abandonaron sus puestos veintidós empleados, trabajando actualmente veintiséis, todos los cuales llevan la chapa blanca.

Por resistirse a trabajar, ha ingresado en la cárcel, a disposición de la autoridad militar, Francisco Subias, que es uno de los afectados por la ley militar y que se ha resistido a obedecer a sus jefes.

Con objeto de inspeccionar los servicios, estuvo casi todo el día en la estación el coronel de la guardia civil, don Eduardo González Escandón, y su capitán-ayudante.

La fuerza de la benemérita ha sido distribuida en diferentes puntos, y en la estación cuidan del orden tres parejas al mando de un sargento.

Han secundado la huelga ferroviaria diez y seis individuos ocupados en la reparación de vías y obras.

Ha prestado servicio permanente durante toda la noche, el jefe de policía gubernativa señor Alvarez.

Nos ha sido imposible hablar con el jefe de esta estación, señor Torres, sobre la huelga, por estar muy atareado, pues ha de suplir a los que huelgan para remediar en lo posible las deficiencias del servicio, y especialmente evitar que los trenes de viajeros no sufran grandes retrasos.

Hoy no han sido admitidas mercancías ni en grande ni en pequeña velocidad, haciéndose el transporte por medio de carros por la carretera.

—Alas.

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