jueves, 25 de febrero de 2010

La Vanguardia Edición del domingo, 27 febrero 1916, página 7

Ninguna nueva noticia de interés hay sobre el famoso secuestro del barón de La Bastout, hasta que llegue de París su tío, quien podrá dar mucha luz en el sumario.

Ha sido muy bien recibida la noticia de que mañana, domingo, no sera permitido en el Hospital visitar al citado barón, pues siendo un día que se puede visitar a los enfermos, sería incalculable el número de curiosos que, por conocerlo, irían a tan benéfico establecimiento y podrían perjudicar más la salud del secuestrado, siendo grande el estado de debilidad en que se encuentra.

El barón, estos días, come con sumo apetito, habiéndosele mandado cajitas de bombones, que despacha muy a gusto.

Ha mostrado deseos de que se le cambie la ropa por trajes elegantes y que se le compre un reloj de oro y varias joyas.

Está muy satisfecho del trato que recibe de las Hermanas del Hospital y de las autoridades por el interés que demuestran a fin de mejorar su estado, que, por cierto, debido al mucho tiempo que ha sufrido, costará bastante a la ciencia el poderlo mejorar un poco.

Ha sido puesta en libertad con fianza una joven vecina de esta ciudad que mantenía relaciones amorosas con un hermano del cochero autor del secuestro.

La sirvienta ha sitio interrogada en la cárcel por el decano de los periodistas tarrasenses, señor Ventalló, quien manifiesta que es completamente inocente y que sólo servía en la casa desde hacía poco tiempo.

Por el Laboratorio municipal se están analizando varios líquidos encontrados en el domicilio del cochero, e interrogados los funcionarios sobre el dictamen emitido, nos han dicho que ha sido remitido al juzgado y que no pueden adelantar ninguna noticia, por ser de competencia del juez el considerar si dicho dictamen se ha de mantener en el secreto.

Ha recrudecido el mal tiempo y vuelve a llover, cayendo una granizada que hará, más fría la temperatura.

—Alas.

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