Un atraco en Tarrasa :: Detención y
muerte de uno de los atracadores
Por
causas ajenas a nuestra voluntad no nos fue posible dar en la edición del
domingo la reseña del atraco ocurrido el sábado en Tarrasa, que oficialmente en
la. Jefatura de policía, y nuestro corresponsal en aquella ciudad, nos habían
comunicado.
E! parte
de la jefatura de policía, dice, así:
«Comunica
el agente de servicio en Tarrasa, que a las doce de esta mañana, dos
desconocidos, de unos 22 y 25 años, que se hallaban apostados en la carretera
de Martorell, al pasar Ignacio Pla, obrero de la fábrica de los señores Arch y
Trullás, que llevaba un saco de dinero para pagar el personal de la fábrica, se
lo arrebataron dándose a la fuga.
Acudieron
los obreros de la citada fábrica que salieron en persecución de los atracadores
los cuales hicieron varios disparos contra sus perseguidores, abandonando el
saco de dinero para huir con, más facilidad.»
Nuestro
corresponsal en Tarrasa, nos comunicó los siguientes detalles del referido suceso:
Esta
mañana, a las diez y media, un operario de la fábrica de los señores Arch y
Trullás que venía del Banco de cobrar una importante cantidad, para pagar el
semanal, al pasar por la carretera de Martorell y cerca ya del vapor Segura,
dos desconocidos, al parecer jóvenes de unos 22 años, vestidos con traje azul,
le han atracado y después de apuntarle las pistolas que llevaban, le han arrebatado
el talego de plata.
Después
de haberle registrado en busca, seguramente de dinero en billetes, le han golpeado
con las culatas de las pistolas, produciéndole varias contusiones.
Los
atracadores, después de apoderarse del dinero, se han dado a la fuga en
dirección a Las Martinas y Rubí y, al ver que algunas personas que habían
presenciado, desde lejos el suceso les perseguían, la emprendieron a tiros
arrojando el dinero para poder escapar más fácilmente.
En
seguida cundió la alarma en esta ciudad y salieron en persecución de los
atracadores el teniente de la guardia civil señor Pintado, el cabo de somatenes
don Amadeo Torrens y el agente de policía gubernativa don Antonio Rodríguez y
el subjefe de la guardia municipal señor Figueras.
El agente
señor Rodríguez y el cabo de somatenes señor Torrens, han tomado el tranvía eléctrico
que sale de ésta a las once, y momentos antes de llegar a la estación de Rubí, han
visto como un individuo que corría hacía disparos contra una pareja de mozos de
la escuadra y que ésta contestaba disparando, sus armas.
Parado el
tren, dichos señores han proseguido la persecución del fugitivo, sin lograr detenerle.
Se ha
dado orden a, las autoridades de los pueblos vecinos para la persecución de los
atracadores.
En el
lugar del suceso se ha estacionado numeroso público que comenta el hecho.
Ampliando
la noticia de este atraco, nuestro corresponsal en Tarrasa nos comunicó el sábado
por la noche que durante todo el día continuaron las pesquisas para el
descubrimiento de los autores, y a las seis de la tarde fue descubierto un
hombre que, en el torrente llamado de Las Martinas, se hallaba oculto entre
unos zarzales. Inmediatamente se puso el hecho en conocimiento de la guardia
civil, y al llegar ésta a aquel sitio, el individuo en cuestión, la emprendió a
tiros contra la benemérita.
Los
guardias contestaron a la agresión, resultando herido el sujeto mencionado.
Acudieron
al indicado sitio el teniente de la guardia civil señor Pintado, el agente de policía
gubernativa señor Rodríguez, el médico doctor Ullés y otros, y después de bajar
tras grandes dificultades, al fondo del barranco encontraron a un individuo
como de unos 24 años empuñando aún una pistola automática y otra pistola igual
descargada a unos cuantos pasos del sitio en que se hallaba tendido,
presentando una herida con orificio de entrada en la parte frontal derecha sin
orificio de salida.
Registrado
el herido se hallaron en su poder cinco cargadores, cuatro cajas de cápsulas, unos
sesenta cartuchos más envueltos en urna bolsa de papel, 200 pesetas envueltas con
papel marcado con el sello del Banco de Tarrasa y 35 pesetas envueltas en la
punta de un pañuelo.
Las
doscientas pesetas se supone eran de las 400 pesetas que faltaban en el saco
que arrebataron los atracadores al obrero Pla cuyo saco arrojaron en tierra al
verse perseguidos después de tomar un paquete de 200 pesetas cada uno de los
atracadores.
Encima del
herido no se le halló ningún documento que acreditase su persona y sólo unos
pañuelos de bolsillo con las iniciales T. N. Fue curado de primera intención
por los doctores Ullés y Treviño y luego conducido al Hospital por individuos,
de la Cruz Roja ,
ingresando a este benéfico establecimiento a las once de la noche. El domingo falleció
a las dos y media de la tarde.
No se ha
podido capturar aún a su cómplice. Se ha encargado del instruir el
correspondiente procedimiento previo el teniente de esta demarcación de reserva
don Victoriano Gandía, quien ha publicado el siguiente edicto:
«Don
Victoriano Gandía y Barzábal, teniente de la demarcación reserva de Tarrasa número
54, juez instructor de las diligencias previas instruidas con motivo del atraco
llevado a cabo el día 29 del actual, sobre las diez y treinta de su mañana
contra el paisano vecino de esta localidad, Ignacio Pla Torras.
Por el
presente edicto, cita y llama a cuantas personas puedan aportar datos para la identificación
del cadáver del individuo que fué herido con motivo de la refriega sostenida con
la guardia civil y somatén, fallecido en el día de ayer, el cual se encuentra,
expuesto en el depósito del cementerio de esta ciudad, representando
aproximadamente de 23 a
24 años y le falta la tercera falange del dedo medio de la mano izquierda.,
debiendo significar que en el local de este juzgado, sito en la demarcación
reserva de Tarrasa, calle de San Pedro, se hallan las prendas usadas por el
citado individuo, teniendo un pañuelo de bolsillo las iniciales T. N.—Dado en
Tarrasa a 31 de marzo de 1924. Victoriano Gandía.»
Periodista desterrado
Nuestro
corresponsal en Tarrasa nos comunica que el domingo por la tarde, salió en
automóvil con dirección a la estación de Olesa, para dirigirse a Huesca, a
donde ha sido desterrado por orden gubernativa, el jefe de redacción del diario
catalanista de aquella ciudad «El Día», don Miguel Puigbó.
La orden
de destierro indica, al señor Puigbó, que se ponga a la disposición del
gobernador de Huesca, quien le destinará el punto de residencia.
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