EN TARRASA
El
domingo pasado se celebró en Tarrasa con gran brillantez, la Asamblea de
Congregaciones Marianas.
A la
entrada a la ciudad el Ayuntamiento había levantado un artístico arco de flores
naturales en el que se destacaban en relieve de vistoso verde dos grandes
castillos. En grandes letras se leía en el centro: «Ave María Purísima».
El
pórtico de la iglesia del Santo Espíritu estaba engalanado con flores y enramales
costeados por las Asociaciones piadosas de aquella ciudad.
El Centro
Social levantó un magnífico arco frente a su domicilio con flores naturales. A un
lado había el escudo de la ciudad, en el otro el de la Asociación de Luises y
en el centro esta inscripción: «El Centre Social als Congregants de Catalunya».
En la
plaza del Dr. Zamenoht había otro arco, de estilo románico, con esta
inscripción:
«La Congregació als
assambleístes».
Todos los
balcones de la ciudad lucían preciosas y ricas
colgaduras.
Empezaron
las funciones religiosas con una misa de Comunión general a las siete y media de
la mañana, en la iglesia del Santo Espíritu. Fue celebrante el Obispo de
Solsona doctor Comellas, predicando el P. Pijoan, S. J. y cantando inspirados
motetes eucarísticos a intervalos todos los congregantes. La asistencia fue
numerosísima.
A las nueve
y media se organizó una manifestación que se dirigió a la estación para recibir
a los congregantes que debían llegar de distintas poblaciones de Cataluña, y que
lo hicieron en dos trenes especiales.
Su
llegada fue saludada con entusiastas aplausos y vivas a la Inmaculada. De la
estación se dirigió en larga comitiva a las Casas Consistoriales para
saludar a las autoridades.
Luego se
dirigieron a la iglesia del Santo Espíritu, donde comenzó a las diez y media el
solemne oficio.
Fué
celebrante el señor Prior de Tarrasa doctor Molera, asistido del Rdo. don José Homs,
párroco de la iglesia, de San Pedro; de rector del Colegio de las Escuelas Pías
reverendo P. Marcó y del decano de la Comunidad , Rdo. Ferrer.
En el
presbiterio tomaron asiento en lugar preferente el Obispo de Solsona, doctor Comellas,
el deán de esta Santa Iglesia Catedral, doctor Llópez, en representación del
Obispo doctor Guillamet; el presidente de la Mancomunidad , don
Alfonso Sala; el delegado gubernativo teniente coronel señor Villamide, el teniente
coronel primer jefe de la Zona
de Tarrasa, el Ayuntamiento en corporación, presidido por el alcalde; los
diputados provinciales señores Parés, Armengol y marqués de Sañé, el teniente
alcalde del Ayuntamiento de Barcelona señor Molins y los concejales señoras
Banqué y marqués de Alós, el presidente de la Federación Catalana
de Congregaciones, señor Gaya; la
Junta de Obra y varios presidentes de las Congregaciones
presentes al acto.
Terminado
el oficio, se organizó la procesión, en la cual figuraban representaciones de
casi la totalidad de las Congregaciones catalanas, muchas de las cuales habían
llegado con los respectivos estandartes. La religiosa comitiva salió a las doce
en punto de la iglesia del Santo Espíritu, siguiendo por la plaza Mayor, calles
de la Fuente Vieja ,
San Antonio, Cruz Grande, Nueva, San Pedro, Gabatxons, plaza Mayor y entrada a
la misma iglesia. Durante el curso, se cantaron el «Virolai», la Salve y otros motetes
apropiados. Una banda del regimiento de Jaén tocó diversas piezas.
Por los
congregantes era llevada en andas una imagen de la Purísima , obra del
escultor Llimona, dándole escolta una escuadra de la guardia civil.
En todas
las calles una multitud inmensa se estrujaba para contemplar respetuosa el paso
de la comitiva, que era presidida por las autoridades, cerrándola individuos de
la guardia municipal.
El
preste, Dr. Molera, era portante de las sagradas reliquias de San Pedro Claver.
Antes de
entrar en la iglesia fue entonado por todas los congregantes un solemnísimo
Credo.
Una vez
en la iglesia, se cantó nuevamente el Credo y la Salve , finalizando con la
bendición que dio el Obispo de Solsona con las santas reliquias del Apóstol de
los negros.
A la una
se reunieron los asambleístas en fraternal banquete en el Asilo Busquets.
A las
cinco menos cuarto dió principio la asamblea en el mismo templo del Santo
Espíritu, presidiendo las autoridades eclesiásticas, civiles y militares.
El
secretario de la Federación
leyó numerosas adhesiones.
Acto
seguido, el doctor Molera dió la bienvenida a todos en sentidas frases. A continuación
en breves palabras se asoció al acto el delegado gubernativo señor Villamide.
Luego
leyeron algunos trabajos los señores don Luis Puig, de Tarrasa; don Pedro
Garriga, de Sabadell y don Enrique Barsó, de Gracia.
«Me pau oír
ta veu, Senyor», Bach; «Teresa», Nicola; «El Noi de la Mare », Nicolau; «A la mort
de Jesús», Bach; «Força i Providencia Divines», Beethoven; «.Deu lloat per la Natura », Beethoven.
Por la
noche, a las diez, reuniose un gran número de congregantes en el Centro Social en
donde tuvo lugar una selecta velada.
El Orfeón
de aquella entidad «La
Linterna », cantó las siguientes composiciones:
«Cant de la Senyera », Millet; «Sota
del Olm» Morera; «Muntanyes del Canigó», Morera; «Els fadrinets de Sant Boi»,
Pérez Moya; «Sant Josep i Sant Joan», Pérez Moya; «La minyona de Solsona», Llongueras;
«Els tres tambors», Lambert; «Deu lloat per la natura», Beethoven; «Les fulles
seques», (sardana), Morera; «Adéu, germà meu», Woelrant; «La cançó nostra» (sardana),
Morera; «Príncep d'amor» (choral), Bach; «La sardana de les monges», Morera; «La
patria nova», Grieg.
El señor
Civera Sormani dió en un intermedio una conferencia glosando el tema «La Intolerancia ».
El Santo
Padre envió su paternal bendición a los Hijos de María Inmaculada por medio de
esta cariñosa manera a nuestro prelado:
«Vaticano,
9 abril de 1924.
Iltmo. y
Rvdmo. señor:
Con
íntima satisfacción se ha enterado el Soberano Pontífice que la Confederación de las
Congregaciones Marianas de Cataluña celebrará su anual asamblea, en los
primeros días del mes de mayo, bajo la presidencia de su propio Obispo, en la
ciudad, de Tarrasa, de esta diócesis de Barcelona.
Muy
sinceramente se complace el corazón del Santo Padre al ver los sentimientos de tumor
filial y sincera adhesión a su Augusta Persona, que manifiestan los
promovedores de la asamblea. Por lo mismo pide al Señor que los millares de
jóvenes que se han de reunir, tengan la mirada sólo en provecho de la Iglesia Católica
y en la paz y tranquilidad de todos sus hijos, procurando imitar las virtudes de
la Virgen Inmaculada
su Reina y Patrona, bajo cuyo tierno y maternal manto se han cobijado.
Como,
prenda de los favores celestiales, el Augusto Pontífice envía muy de corazón,
tanto a V. E. como a las organizadores y a cuantos intervengan a la importante
Asamblea la Bendición
Apostólica implorada.
Aprovecho
con el mayor gusto esta ocasión para ofrecerme de V. E., affmo.—P. C. Gasparri».
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