domingo, 13 de diciembre de 2015
La Vanguardia, Edición del sábado, 21 junio 1930, página 29
Con referencia a la horrible
desgracia ocurrida a los cuatro muchachos que para guarecerse del furioso temporal
que se desencadenó en esta ciudad, se refugiaron en la gran cloaca del sector
S.O.E., los cuales fueron arrastrados por la corriente encontrándose al día
siguiente el cadáver del niño Vicente Colomer, de nueve años, en un recodo de
la Riera del Palau, del término de San Quirico, se sabe que ayer fueron
encontrados en la misma Riera y en término de Rubí, cerca del cementerio de
dicho pueblo, el hermano del anterior, Rafael Colomer, de siete años, y
Wenceslao Serra, de 13 años. Falta aún encontrar el de Antonio Raspall. de 14
años. Se gestiona la autorización para ser conducidos los cadáveres a esta
ciudad, en donde se procederá a su entierro, el cual será presidido por las
autoridades locales y promete ser una manifestación del sentimiento que ha
causado en ésta tan sensible desgracia.
La comisión organizadora de la
visita colectiva de los ancianos a la Exposición, que tendrá efecto hoy sábado
día 21, nos comunica haber recibido la adhesión de las autoridades de
Barcelona, habiendo algunas, que no solamente han demostrado el deseo de
asistir personalmente con sus coches oficiales, sino que quieren que a su lado
se sienten algunos de los viejecitos.
Se han recibido ya muchos
trabajos para el «Primer Saló local de Fotografía», que para la próxima fiesta
mayor organiza la sección fotográfica del «Centre Excursionista». El próximo
viernes quedará cerrada la admisión y por las noticias que se tienen serán
entregados un número de pliegos muy considerable.
Con gran esplendor y a pesar de
mantenerse el tiempo bastante inseguro hasta primeras horas de la tarde,
celebróse la tradicional procesión del Corpus. Abrían la marcha los gigantes,
luciendo magníficos trajes del siglo XIV. Estaban representadas todas las
clases sociales de la ciudad, acompañando a los distintos estandartes que las
diferentes asociaciones ostentaban en la misma. La cofradía de la Minerva
estrenó una artística bandera costeada por algunos de sus miembros. El pendón
principal confiado a la Cruz Roja, era llevado por su presidente señor Parés,
acompañándole como cordonistas los señores Calsina y Mogas, por el Centro
Médico y Seguro Tarrasense, respectivamente. El Ayuntamiento asistió en
corporación presidido por el señor alcalde. Durante el trayecto la banda de
música de la Cruz Roja, de la capital, tocó escogidas composiciones. A las
nueve menos cuarto entró la procesión al templo. A los acordes de la Marcha
real, el señor prior dio la bendición con el Santísimo a los numerosos fieles
que llenaban por completo la iglesia
Durante el temporal del miércoles,
que duró hora y media escasamente, cayeron sobre esta ciudad 22'
—C.
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