martes, 10 de noviembre de 2015

La Vanguardia, Edición del sábado, 17 mayo 1930, página 6

NOTAS DEL DÍ A

 

El nuevo obispo de Barcelona

 

RECIBIMIENTO CARIÑOSO

En Tarrasa

 

A primera hora de la mañana el doctor Irurita, nuevo obispo de la diócesis, celebró misa en la parroquia del Santo Espíritu.

 

El prelado distribuyó la Sagrada Forma a centenares de fieles que asistieron a la misa.

 

Desde el templo del Santo Espíritu el doctor Irurita se trasladó a la casa prioral, donde recibió varias visitas de distinguidas personas y representantes de organismos de la localidad. Figuraban, entre otras, las que Componen la Junta de Acción Católica; las Hijas de María, el rector del Seminario de Barcelona, doctor Inocente Colom, los condes de Egara y familia, el director del Banco de Bilbao en Tarrasa, monseñor Lisbona, don Miguel de Miguel y otras personas.

 

A las once y media aproximadamente el doctor Irurita se trasladó a la parroquia de San Pedro, donde se hallan enclavadas, como se sabe, las iglesias románicas, famosas por su valor artístico.

 

Allí esperaban al prelado el alcalde de Tarrasa, señor Gisbert, con una comisión de concejales, los curas párrocos de la ciudad, comisiones de propietarios de las inmediaciones de dicha parroquia, los miembros de la Junta de Museos, tan interesados en la conservación de las iglesias románicas, y representación del clero tarrasense. La visita del doctor Irurita a. las iglesias románicas fue detenidísima, quedando el prelado encantado del mérito artístico que encierran dichos templos.

 

Llegada a Tarrasa de las autoridades de Barcelona

 

Después de la visita a las iglesias románicas, el doctor Irurita se trasladó otra vez a la casa prioral, para recibir a las autoridades que debían llegar a Tarrasa desde Barcelona en un tren especial que salió de la estación del Norte de esta última ciudad, a las doce y cuarto del mediodía.

 

Dichas autoridades eran el gobernador militar de la provincia, general don Fernando Berenguer; el presidente de la Diputación, señor Maluquer; el teniente de alcalde señor Pich y Pon, el presidente de la Audiencia, señor Lasala, y el fiscal señor Bonilla; el delegado de Hacienda, señor Vázquez Lasarte, y el segundo comandante de marina, señor Fernández Antón.

 

Además, en el mismo tren hicieron el viaje a Tarrasa los doctores Flaquer, Sendra y Hospital; el arcediano de la catedral de Lérida, doctor Crescencio Esforzado; el canónigo lectoral de la misma, doctor Sané, y el canónigo doctor Garriga, y el vicario general castrense, señor Planells.

 

En la estación esperaban a las autoridades barcelonesas, el alcalde, señor Gisbert; el juez de primera instancia señor Farré; el teniente coronel de la guardia civil señor Vaca; el presidente de la Asociación de la Prensa de Tarrasa, don Santiago Moreno, y otras personalidades de Tarrasa.

 

El doctor Irurita les recibió en la casa prioral y después de los saludos de rúbrica, el prelado conversó largo rato con las citadas autoridades.

 

Luego, a la una y media, en la misma casa prioral, el arcipreste de Tarrasa, doctor Molerá, ofreció un banquete al prelado y a las autoridades, al final del cual no hubo discursos.

 

Después se prolongó la sobremesa largo rato.

 

Salida para Barcelona

 

A las cuatro y diez minutos el obispo abandonó la casa prioral, dirigiéndose en automóvil a la estación del Norte, para marchar a Barcelona en el mismo tren especial que condujo a las autoridades.

 

En.la plaza que existe frente a la iglesia parroquial, la gente dispensó al doctor Irurita una afectuosa despedida.

 

También en la estación se había congregado gran gentío, que le aplaudió con cariño, apresurándose todas las personas que le esperaban a besarle el anillo pastoral.

 

Además de las autoridades de Tarrasa que antes hemos citado, acudieron también a despedir al prelado el arcipreste, doctor Molera; el párroco de San Pedro, doctor Homs: el rector de los Escolapios, P. Cirés; los vicarios reverendos Clert y Reverter y el capellán del hospital, reverendo Genís.

 

A las cuatro y media en punto, el tren partió entre las aclamaciones de la multitud. El paso del tren por Sabadell, Sardañola y San Andrés fue saludado por mucha gente que acudió a las estaciones citadas para saludar al prelado. En Sabadell fue agasajado el doctor Irurita con un gran ramo de flores.


 

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