lunes, 1 de julio de 2013

La Vanguardia, Edición del sábado, 03 febrero 1923, página 17


CONFEDERACIÓN AGRÍCOLA «UNION DE VITICULTORES DE CATALUÑA». EN TARRASA

Contra el alcohol industrial en las bebidas

Continuando la campaña iniciada por la Confederación Agrícola “Unión de Viticultores de Cataluña”, para el cumplimiento de la legislación vigente prohibiendo y sancionando el uso de los alcoholes industriales en el encabezamiento de los vinos y empleo en los demás líquidos destinados a bebida, tuvo efecto, el domingo último, el anunciado mitin, en dicha ciudad local de la Fraternidad Republicana, cedido al efecto, organizado por el Consejo de Viticultores de la comarca del Vallés.

Presidió el acto el presidente accidental de la U. V. C. don Faustino Simó, acompañado de los señores don Francisco Santacana y don José María, presidente y secretario de dicha entidad; el diputado provincial don Juan Bosch, el concejal don Simeón García, don Antonio Barata por la Bodega Cooperativa; don José Mensa, presidente del Gremio de Agricultores; don Tomás Parellada, don Agustín Armengol y don José Rodó, del Consejo Comarcal del Vallés; los delegados de Rubí señores Ramoneda y Sabat; don Francisco Barquet por el ayuntamiento de Sentmenat, y otros significados agricultores de la comarca de todas las clases sociales.

El reverendo don José María Rovira, de la Cámara Agrícola de San Sadurní de Noya, estudió la situación vinícola actual, afirmando que no dé los medios para salir del actual estado de cosas es exigir el estricto cumplimiento de las disposiciones legales que sancionan como delito el uso del alcohol industrial en los vinos y bebidas, poniendo en actuación a los «veedores» para que inspeccionen y denuncien. Cada sindicato agrícola puede nombrar uno de tales inspectores. Si se cumplieran las referidas disposiciones, dejarían de competir en el mercado unos tres millones y medio de hectolitros de vino elaborado con alcohol destilado de maíz y algarrobas de procedencia extranjera, con lo que necesariamente subiría el precio del vino.

Don José Marí afirma que la viticultura va a la bancarrota, dado que el precio medio de coste de una carga de vino de doce grados es de 25 pesetas, siendo el de venta muy inferior. Estudió las causas principales de la crisis: falta de estadísticas, ley seca en países extranjeros, carencia de elaboración de vinos tipo comarcales, falta de crédito agrícola, inseguridad en la política económica de los gobiernos, aumento de impuestos, establecimiento de aduanas a la entrada de los municipios pagando el vino como sustitutivo de consumos, gracias a la legislación central sobre haciendas locales y los fraudes en todos sus aspectos.

Con referencia al problema del alcohol industrial, dijo que igual cuestión se había suscitado, y resuelto perfectamente, en Francia, donde, puestos de acuerdo los diferentes sectores, se halla prohibido el alcohol industrial para toda clase de bebidas, destinándose a usos industriales, hallándose depositada en el Parlamento una proposición del diputado viticultor M. Barthé, suscrita por 400 parlamentarios, obligando a los importadores de petróleo, bencina, kerosene y substancias análogas, la adición a las mismas de un diez por ciento de alcohol industrial, cuya mezcla técnica y prácticamente ha resultado ensayada con éxito en París.

Don Francisco Santacana dice que la actual campaña no es nueva, pues se halla contenida en las conclusiones de asambleas celebradas por la U. V. C. hace ya doce años.

Afirma que los enemigos capitales del vino se hallan en sus principales componentes, el agua y el alcohol, que facilitan un alargamiento fraudulento de las cosechas, aumentando el mercado de oferta con vino que no es el fruto del trabajo del viticultor.

La campaña actual ofrece la particularidad de contar con el apoyo oficial que han ofrecido las organizaciones de los comerciantes y exportadores de vinos.

Para lograr el éxito precisa que la acción denunciadora y fiscal sea perseverante y enérgica; con un inspector en cada pueblo, no es posible burlar la ley, arruinando al viticultor; requirió la cooperación de todos, declarando que ocupando cada cual sus lugares de lucha, cumpliendo sus deberes de defensa de los intereses comunes, la victoria es segura.

El señor Simó reasumió los discursos, anunciando que se han presentado ya las correspondientes denuncias, que darán lugar a la formación de procesos contra algunos individuos por emplear alcohol industrial en el encabezamiento de los vinos y uso de bebidas, haciendo hincapié en la necesidad de cumplir las leyes, sin desfallecimientos y cobardías.

Anunció el próximo mitin en Martorell.

Todos los oradores fueron calurosamente aplaudidos.

A continuación se dió lectura a las conclusiones, que por aclamación fueron aprobadas.

Primera.—Declarar que, una, de las causas que contribuyen a la grave crisis vinícola actual es el uso de alcoholes industriales en el encabezamiento de los vinos y su empleo en la elaboración de licores y bebidas; añadiendo la circunstancia de tratarse de la destilación de maíz y algarrobas de procedencia extranjera, en su mayor parte.

Afirmar la absoluta conformidad con las disposiciones legales vigentes que consideran y castigan como delito los expresados usos de los referidos alcoholes, requiriendo el exacto y riguroso cumplimiento de tales preceptos que, de observarse debe producir la correspondiente elevación en el precio del vino.

Segunda.—Proceder a la inmediata constitución legal de Sindicatos Agrícolas, con arreglo a la ley de 28 de enero de 1906, en todas aquellas localidades donde aún no existieran.

Tercera.—Los Sindicatos y Cámaras Agrícolas constituidos, nombrarán «Veedores» (Inspectores de vinos) que tienen la consideración de funcionarios públicos, conforme al reglamento de 29 de mayo de 1914, pidiendo, al efecto, la correspondiente autorización al ministerio de Fomento, con arreglo a la R. O. de 22 de julio de 1914-, la que será concedida, según afirma la reciente circular de la Dirección General de Agricultura.

Cuarta.—Vigilar y averiguar el movimiento de los bidones de alcohol industrial; llevando a cabo ,en forma, la correspondiente inspección del «Veedor» en cualesquiera local sobre el que se tengan indicios de uso de tal clase de alcohol en el encabezamiento de los vinos.

Quinta.—Enviar un ejemplar de toda acta en que resulte probado tal empleo ilegal, al gobernador civil de la provincia para que imponga las sanciones gubernativas, y otro ejemplar al fiscal de la Audiencia provincial o juzgado de instrucción del partido, acompañado del correspondiente escrito, formulando denuncia, por haber tenido lugar en tales casos con delito, previsto y penado por la lev de 27 de julio de 1895, artículos 3 y 4 del R. D. de 11 de marzo de 1892 y artículo 356 del Código penal.

Sexta.—Solicitar de los ayuntamientos, corporaciones y demás entidades radicadas en localidades donde se cultive la viña, acuerden hacer suyas las presentes conclusiones.

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