viernes, 14 de junio de 2013

La Vanguardia, Edición del domingo, 08 octubre 1922, página 19


VISTAS CELEBRADAS AYER

Causa por asesinato de un patrono

En la sección segunda de esta Audiencia continuó ayer la vista de la causa por asesinato del patrono de Tarrasa don Juan Avelló.

A las diez y media quedó constituido el tribunal y continuó el desfile de los testigos, cuya comparecencia solicitó el fiscal el día anterior.

El primero en prestar declaración fue

PEDRO AMAT.--Manifestó que el día de autos, y cuando pasaba a corta distancia del lugar del suceso, oyó varios disparos e inmediatamente se cruzó con él un hombre que, al parecer, huía, cubierta la cara con una bufanda y que llevaba gorra. Dice que le parece, que el que huía era un poco más bajo que el procesado.

Comparece a continuación

JOSÉ PRAT.—Manifiesta que no sabe hablar en castellano, por lo que presta su declaración en catalán, traduciéndola el magistrado señor González Frontín. El declarante pertenece al somatén. Dice que momentos antes de ocurrir el atentado se hallaba con el señor Avellán en el domicilio de éste, hablando de diferentes asuntos relacionados con unas obras que habían de comenzarse, y que cuando salió el declarante a la calle para comprar cerillas, debió ser el momento que los asesinos aprovecharon para cometer su delito. El testigo oyó perfectamente los disparos, y al tratar de acudir en auxilio del señor Avelló, tocando el pito reglamentario de alarma, se acercaron cinco sujetos que hacían disparos al aire, y uno de ellos, apuntándole con una pistola, le dijo : «Si sigues tocando el pito, te mato». Después los desconocidos, encarándole las pistolas, obligaron al testigo a dar con ellos algunos pasos, hasta una esquina próxima, donde le golpearon con las culatas de las armas, hasta tenderle en tierra sin sentido, y que ya no se dio cuenta de nada más.

Son citados otros dos testigos, que no comparecen.

El abogado defensor renuncia a la prueba testifical y se da lectura a la prueba documental.

EL FISCAL DE SU MAJESTAD RETIRA LA ACUSACIÓN

A continuación el secretario lee la modificación de las conclusiones del ministerio fiscal, en las que el señor Medina retira la acusación que pesa sobre el procesado.

La inesperada decisión del señor Medina, produce verdadera sensación en la Sala, especialmente entre el público.

Al preguntar el presidente, con arreglo a la ley, «si alguien del público desea sostener la acusación contra el procesado», una mujer pide la palabra, pero al explicarle el alcance de la pregunta del presidente, retira su petición.

El señor Martínez Muñiz declara sobreseída la causa y decreta la libertad del procesado Isidro Tomás Pi, con lo cual termina la sesión.

La esposa del procesado Ramona Alberico, rodeada de un grupo de mujeres, sufre un sincope en la Sala de Pasos Perdidos, por la emoción experimentada.

La mujer que pidió la palabra antes de terminar la vista, y que se llama Remigia Pi, y es pariente del procesado, nos manifestó que al oír la pregunta del presidente y sin entenderla bien, creyó que condenaba la Sala al Tomás y que el señor Muñiz preguntaba «si alguien tenía razones contra la sentencia», por lo que se disponía hablar en descargo de su pariente, pero que al indicarle los que la rodeaban que había entendido mal, se abstuvo de mantener su petición.

Entretanto, el público salió atropelladamente de la Sala, comentando el resultado de la vista con arreglo a opuestos criterios.

Entre la gente de toga fue asimismo muy comentada la decisión del fiscal de S. M. señor Medina.

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