VISTAS CELEBRADAS
AYER
Causa por
asesinato de un patrono
En la sección segunda de
esta Audiencia continuó ayer la vista de la causa por asesinato del patrono de
Tarrasa don Juan Avelló.
A las diez y media quedó
constituido el tribunal y continuó el desfile de los testigos, cuya comparecencia
solicitó el fiscal el día anterior.
El primero en prestar
declaración fue
PEDRO AMAT.--Manifestó que
el día de autos, y cuando pasaba a corta distancia del lugar del suceso, oyó
varios disparos e inmediatamente se cruzó con él un hombre que, al parecer,
huía, cubierta la cara con una bufanda y que llevaba gorra. Dice que le parece,
que el que huía era un poco más bajo que el procesado.
Comparece a continuación
JOSÉ PRAT.—Manifiesta que
no sabe hablar en castellano, por lo que presta su declaración en catalán,
traduciéndola el magistrado señor González Frontín. El declarante pertenece al
somatén. Dice que momentos antes de ocurrir el atentado se hallaba con el señor
Avellán en el domicilio de éste, hablando de diferentes asuntos relacionados
con unas obras que habían de comenzarse, y que cuando salió el declarante a la calle
para comprar cerillas, debió ser el momento que los asesinos aprovecharon para
cometer su delito. El testigo oyó perfectamente los disparos, y al tratar de
acudir en auxilio del señor Avelló, tocando el pito reglamentario de alarma, se
acercaron cinco sujetos que hacían disparos al aire, y uno de ellos,
apuntándole con una pistola, le dijo : «Si sigues tocando el pito, te mato». Después
los desconocidos, encarándole las pistolas, obligaron al testigo a dar con
ellos algunos pasos, hasta una esquina próxima, donde le golpearon con las
culatas de las armas, hasta tenderle en tierra sin sentido, y que ya no se dio cuenta
de nada más.
Son citados otros dos
testigos, que no comparecen.
El abogado defensor
renuncia a la prueba testifical y se da lectura a la prueba documental.
EL FISCAL DE SU MAJESTAD RETIRA
LA ACUSACIÓN
A continuación el secretario
lee la modificación de las conclusiones del ministerio fiscal, en las que el
señor Medina retira la acusación que pesa sobre el procesado.
La inesperada decisión del
señor Medina, produce verdadera sensación en la Sala , especialmente entre el público.
Al preguntar el
presidente, con arreglo a la ley, «si alguien del público desea sostener la acusación
contra el procesado», una mujer pide la palabra, pero al explicarle el alcance
de la pregunta del presidente, retira su petición.
El señor Martínez Muñiz
declara sobreseída la causa y decreta la libertad del procesado Isidro Tomás
Pi, con lo cual termina la sesión.
La esposa del procesado
Ramona Alberico, rodeada de un grupo de mujeres, sufre un sincope en la Sala de Pasos Perdidos, por
la emoción experimentada.
La mujer que pidió la
palabra antes de terminar la vista, y que se llama Remigia Pi, y es pariente
del procesado, nos manifestó que al oír la pregunta del presidente y sin
entenderla bien, creyó que condenaba la
Sala al Tomás y que el señor Muñiz preguntaba «si alguien
tenía razones contra la sentencia», por lo que se disponía hablar en descargo de
su pariente, pero que al indicarle los que la rodeaban que había entendido mal,
se abstuvo de mantener su petición.
Entretanto, el público
salió atropelladamente de la Sala ,
comentando el resultado de la vista con arreglo a opuestos criterios.
Entre la gente de toga fue
asimismo muy comentada la decisión del fiscal de S. M. señor Medina.
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