Ayer, por
la tarde, poco después de las cuatro, salió Doña Victoria de Palacio en
automóvil acompañada por la duquesa de San Carlos y el marqués de Bendaña para
trasladarse a Tarrasa con objeto de visitar el sanatorio antituberculoso.
La
soberana hizo el viaje por la
Rabassada , San Cugat, donde paró el automóvil regio, siendo
obsequiada la Reina
con flores y Rubí, donde el alcalde saludó a la Reina , obsequiándola asimismo
con flores.
A su paso
por los pueblos del trayecto la Reina
fue aclamada.
El
automóvil regio entró en Tarrasa por la calle de Topete, siguiendo por la
carretera hasta el camino particular del sanatorio. En Tarrasa se le tributó
una acogida entusiasta.
A las cinco
y cuarto llegó la Reina
al sanatorio donde fue recibida por el presidente de la Caja de Pensiones para la Vejez y Ahorros, don Luis
Ferrer Vidal; el director señor Moragas Barret; el secretario, señor Solá, y
altos empleados, los ayuntamientos y autoridades de Sabadell y Tarrasa,
representaciones del Patronato de Cataluña contra la Tuberculosis , de la Junta Provincial
Antituberculosa, de la Junta
de gobierno del sanatorio de Tarrasa, del Instituto de la Mujer que Trabaja, del
Patronato de Previsión Social de Cataluña, el inspector regional del Retiro obrero,
el inspector provincial de Sanidad, doctor Bercial, el arcipreste de Sabadell
doctor Pagés en representación del obispo, las señoras de Menacho y marquesas
de Castellflorite y Lamadrid, el inspector de Sanidad militar señor Soler
Garde, el comandante militar de Tarrasa señor Ballesteros, el conde de Fígols
don Alfonso Sala, el coronel Marsengo y el presidente de la Cámara de Comercio señor Armenteras
y otras personalidades.
La reina
pasó a la capilla sobre una alfombra de pétalos de rosa.
Un coro
de niños entonó un motete y una salve.
Luego la Reina se trasladó al cuerpo
principal del edificio, en cuyo hall se levantó un estrado.
El señor
Ferrer y Vidal dirigió una salutación a la Reina significándole la importancia de la obra
benéfica.y social de la Caja
de Pensiones para la Vejez
y de Ahorros.
La niña
de doce años Mercedes Ballari saludó a la Reina en nombre de los asilados y le entregó un
ramo de flores.
Doña
Victoria recorrió las dependencias del sanatorio, conversando con varios
enfermos.
Luego fué
obsequiada con un te.
Acompañando
a la Reina y
formando parte de la comitiva iban el alcalde de Tarrasa, don Narciso Ventalló;
el delegado gubernativo, señor Villamide; el jefe superior de policía, señor
Hernández Malillos; el cabo del somatén de Tarrasa, don Amadeo Torrens, y el jefe
de la guardia civil de Tarrasa, señor Pintado.
Su
Majestad llegó a «Can Amat» a las seis y media de la tarde, siendo recibida por
doña Mercedes Amat de Sala, sus hijos don José, señoritas María, Pilar y
Paulina Sala, el doctor Izaguirre y señora, don Jaime Fonrodona y señora y por
distinguidas familias de Tarrasa v de la capital.
Después de
saludar la Reina
a los allí presentes pasó al jardín, en donde se sirvió el te. Acompañaban a la Reina en la mesa, don Alfonso
Sala y su esposa, y en otras mesas los invitados, entre los cuales vimos a las señoritas
María Badrinas, Julia Amat, Paulina y Mercedes Viver, Marichu y Mercedes Milans
del Bosch, don Benito Badrinas y señora, don Marcos García y señora, señora de Barrera,
don Luis Amat y señora, don Javier Milans del Bosch y señora, baronesa de Maldá
e hija, barón de Segur, duquesa, de la Victoria , don José Badrinas y señora, coronel Marsengo,
el secretario particular del señor Sala, don Antonio Aguilera; don Francisco Garrigo,
don Enrique del Castillo, el alcalde de Tarrasa, don Narciso Ventalló, los
concejales señores Marcet, Arnaus, Sallés, Parellada, Esmerats, Palau, Tió,
Pascual, García, Cadafalch, Capmany y Faria; coronel Ballesteros, teniente
coronel Baca, don Amadeo Torrens, señores Macava, Fabra, Vidal, Topete, doña
Pilar Sala, viuda Cantó, señora Vilallonga, señorita Pilar Cantó y otras que
sentimos no recordar.
S. M. la reina
partió de «Can Amat» a las ocho, siendo despedirla con entusiastas aplausos por
todos los invitados, acompañándola el señor Sala hasta el límite del partido de
Tarrasa.
Tanto durante
la ida como a su regreso de «Can Amat» fué aplaudida y vitoreada a su
paso por
las calles de Tarrasa por numerosísimos vecinos de la población, ostentando colgaduras las calles por las que pasó la
regia comitiva.
SS. AA.
las infantas Doña Beatriz y Doña Cristina estuvieron también en Tarrasa a su paso
para Montserrat, siendo aplaudidas por los vecinos de la población.
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