EN MATADEPERA
Inauguración de dos edificios escolares
El
domingo último se celebró en el pueblo de Matadepera la inauguración de un
edificio destinado a escuela de niños y de otro destinado a la de niñas. Ambos
edificios son los primeros construidos en España de conformidad con lo
dispuesto en el real decreto de 23 de noviembre de 1920. En virtud de esta
soberana disposición, el Estado ha abonado el importe de toda la obra, cuyo
presupuesto total era de 70.000 pesetas, teniendo el Ayuntamiento la sola
obligación de facilitar el solar.
Dichos
edificios construidos a poco distancia el uno del otro y en el sitio más
higiénico de la población, son esbeltos y constituyen una joya muy apreciada
por los vecinos de Matadepera.
El acto
de la inauguración fue presidido por el rector de la Universidad , con
asistencia de varias personalidades, las autoridades y casi todo el vecindario.
Dió principio con un saludo del delegado gubernativo señor Villamide, quien
entonó un canto a los beneficios que a los pueblos proporciona la enseñanza y
excitó al vecindario para que los niños se aprovechen de la misma. El inspector
señor Soler puso de relieve la importancia del acto que se celebraba, el
agradecimiento que el pueblo de Matadepera debe guardar al Estado y a don
Alfonso Sala, que consiguió los beneficios del citado real decreto, y señaló la
manera como el pueblo podría mostrar su agradecimiento. El señor párroco leyó
una hermosa poesía ponderando la eficacia que tiene la escuela en el bienestar de
los pueblos. Al levantarse el señor Sala resonó una salva de aplausos, dicho ilustre
patricio mostró su satisfacción por el acto que se celebraba, explicando como consiguió
que Matadepera obtuviese del Estado, tan importante beneficio y lamentando que
otros pueblos del partido no hubieran participado del mismo, a pesar de
haberles advertido que podían hacerlo.
El doctor
Martínez Vargas, con su acostumbrada elocuencia, glosó los diversos conceptos que
se habían emitido, dió varios consejos a los padres de familia, ensalzó la obra
educativa de los maestros de Matadepera recomendándoles que con su labor
correspondiesen a los beneficios que el Estado les proporcionaba facilitando la
enseñanza la cual eleva al hombre, dijo, desprendiéndole de bajas pasiones y
orientándole a regiones más puras donde la dicha es completa.
El acto
terminó con la aprobación de la propuesta del inspector, en virtud de la cual, para
estímulo de los alumnos con concurren a ambas escuelas y para que la gratitud
del pueblo a sus bienhechores tenga larga duración, se crean cuatro premios
para los niños más aplicados y otros tantos para las niñas. Dichos premios
consistentes en un diploma, y un hermoso libro, se llamarán: Premio del rector
de la Universidad
de Barcelona, Premio de don Alfonso Sala Premio del delegado gubernativo y
Premio de Mosén Jaime.
El
párroco don Jaime Torras ofreció doblar la cantidad que para tales premios ofreciese
el Ayuntamiento y el señor Arnau ofreció otro premio a la buena memoria de su
padre, cuyo nombre se dada aquel día a un paseo de la población.
X.
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