martes, 19 de julio de 2016

La Vanguardia, Edición del martes, 08 septiembre 1931, página 27

Como solidaridad a la. huelga planteada en esa ciudad, los Sindicatos locales acordaron la huelga general para el día 4. En cumplimiento de dicha orden los obreros que acudieron a los primeros turnos de la mañana fueron invitados a no entrar en las fábricas retirándose a sus respectivos domicilios. A las nueve de la mañana el paro era completo en todas las fábricas, talleres, servicios públicos, alumbrados por gas, etc. Algunos comercios no llegaron a abrir sus puertas y los restantes fueron invitados al cierre. El número de obreros parados se calculaba en dicha hora sobre unos veinte mil.

El Ayuntamiento se reunió en sesión permanente dictando medidas con el fin de asegurar el abastecimiento de la ciudad. En el mercado central hubo algún revuelo, pues sólo se autorizó la venta de carne y gallina, no dejándolo abastecer de pescado, verduras y fruta.

A medio día fueron repartidas profusamente por el Sindicato unas hojas dirigidas al pueblo trabajador en las cuales se justificaba el paro y se indicaba el paro y se indicaba que no debían secundarlo los panaderos, matarifes, lecheros, servicios de higiene, pompas fúnebres, cocineros, farmacias y médicos.

De once a doce de la mañana se presentaron frente a la Central de Teléfonos numerosos grupos que llenaban por completo la calle de San Pedro, exigiendo que cesaran en sus respectivos trabajos las señoritas telefonistas, penetrando algunos en el recinto de la misma. Hubo algunos momentos de confusión no pasando la cosa a, mayores gracias a la serenidad da la señorita encargada y de los guardias que custodiaban la Central, los cuales demostraron una gran, prudencia y exquisito tacto. Al salir a la calle las señoritas fueron ovacionadas por el inmenso público que allí se había estacionado.

Al atardecer la ciudad presentaba un aspecto de intranquilidad, contribuyendo a ello la escasez de alumbrado público que fue subsanado a medida que avanzó la noche.

El día 5 en diferentes puntos de la ciudad apareció el siguiente bando de la Alcaldía: «Habiendo tomado las medidas necesarias para que el orden y la paz ciudadana no puedan ser alteradas, esta Alcaldía ruega a todos los ciudadanos que pongan el máximo esfuerzo para que la normalidad sea un hecho, procurando que todo el comercio abra sus puertas, los mercados sean abiertos a las horas de costumbre y que se reemprenderá el trabajo el próximo lunes por la mañana, con toda normalidad, para el cual se garantiza la libertad. Esta Alcaldía confía en la serenidad y civismo de todos los ciudadanos y no duda que todos nos convertiremos en fieles defensores de la paz pública, de la libertad y de la República. —El alcalde accidental, Samuel Morera.»

La, impresión general es de que, dando cumplimiento a dicho bando, el lunes se normalizará el trabajo en todos sus aspectos y que los obreros continuarán dando pruebas de la cultura y civismo que han demostrado estos últimos días.


—Corresponsal.

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