lunes, 28 de abril de 2014

La Vanguardia, Edición del miércoles, 23 diciembre 1925, página 21

MATADEPERA

En la mañana del domingo último se celebró con toda solemnidad la entrega de diplomas y libros generosamente otorgados en ocasión de inaugurarse los edificios-escuelas costeados por el Estado a esta población, por los señores don Andrés Martínez Vargas, don Alfonso Sala Argemí, don Jorge Villamide, don Francisco Arnau Gorina y Rdo. cura párroco don Jaime Torres Cuscó.

A pesar de lo desapacible del día, no por eso restó esplendor a la fiesta ya que muy de mañana se veían los pequeños escolares bien aseados y compuestos esperando la hora señalada para dar muestra evidente de sus adelantos.

Fue abierto el acto por el alcalde de la localidad, acompañado de los individuos de la junta local de primera enseñanza, concejales y demás autoridades, y a las once y media llegó el gobernador de la provincia don Joaquín Milans del Bosch, acompañado de don Jorge Villamide, delegado gubernativo del distrito. Excusaron su asistencia por asuntos ineludibles don Alfonso Sala y el inspector provincial de enseñanza de esta zona.

Figuraban también en la presidencia D. Juan Amat Turu y don Juan Monmany Puig, en representación del Ayuntamiento de Ullastrell.

Después de variados ejercicios, premiados con justos elogios y fogosos aplausos, por el gobernador civil se procedió al reparto de los premios a los alumnos más aventajados, mas como eran tantos que bien merecidos lo aspiraban y pocos los creados, se convino en disgregar los mismos, es decir, que en lugar de entregar un diploma y libro a cada, educando, fuera un diploma, para unos y un libro para los otros, manera de satisfacer a doble número de alumnos, siendo los demás obsequiados con caramelos.

Se otorgó diploma a los niños Pedro Palau, Esteban Genescá Clusellas, Esteban Genescá Gutés, Esteban Genescá Mas y Daniel Arola, y los libros a los alumnos Ramón Altimira, Ramón Sellarés, Felipe Padrós, Juan Genescá y Simeón Galí, los cuales agradecieron emocionados el premio a su labor. Llegada la hora de comer, apremiantes ocupaciones del gobernador civil le obligaron a suspender la misión que con tan agrado presenciaba y regresó a esa capital cerca las trece y cuarto. Sin embargo, antes de hacerlo, se ratificó en la promesa solemne de que adeudaba una visita, para visitar las escuelas de niñas a cuyo fin ofreció para la fecha de fin de curso, sufragar de su peculio un premio para los niños y otro para las niñas, significando deseos de que cuantas poesías y diálogos se han recitado pueda presenciarlos en habla española por ser la madre común, sin postergar la nativa.

Siguiendo el programa trazado, se celebró por la tarde, la visita a la escuela de niñas, mostrando las pequeñas escolares sus cualidades en lectura, geografía y variados ejercicios, que solícitas ofrecían las profesoras.

Se repartieron los diplomas a las niñas Dolores Gutés, Carmen Gamell, Segunda Bartolomé, María Satlari y Joaquina Riba y los libros, por cierto muy lujosos, a María Casas, María Ramón, Antonia Gutés, Mercedes Torras, María Font, Francisca Viñas, María Utset y Rosa Gamell, que emocionadísimas mostraban su gratitud.

Terminó el acto con un bien meditado discurso del cura párroco en relación a los padres demostrando lo mucho que enaltecen a sus hijos sometiéndolos con asiduidad a las escuelas y reiterando a los maestros su cordial felicitación por la ardua labor y férrea voluntad nunca desmentida a favor de la instrucción, base del programa y bienestar de los pueblos.

La simpática fiesta escolar ha resultado un éxito completo, por lo cual unimos nuestra sincera felicitación a las muchas que han recibido por su elogiable labor los meritísimos profesores don Domingo Palau Vidal y su hijo Raimundo, auxiliar, y doña Julia Prat Fábregas, y hermana Montserrat, auxiliar.

—El corresponsal.



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