martes, 5 de agosto de 2008

Del 17 a 20 de Julio de 1936

Día 17 de julio

- A las tres de la tarde, a causa de la ruptura de una máquina "Tupi", resulta herido el industrial carpintero Antonio Capella Autonell, falleciendo al día siguiente.

- Durante la noche anterior se han observado diversas precauciones adoptadas por las Autoridades. En la Casa Consistorial, prestaban guardia permanente fuerzas del benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. A primera hora de la mañana, llegaron una sección de los Mossos d'Esquadra, que también quedaron en el Ayuntamiento de vigilancia.

El público acogía, difundiéndolas rápidamente y dándoles las más variadas derivaciones, la versión de determinadas noticias que por la mañana empezaron a radiar las emisoras, informaciones que se exageraban y transformaban según el gusto y capricho de cada cual. Puede decirse que la ciudad vivió pendiente de los altavoces de la radio. Esta funcionó durante toda la mañana, pero puede decirse que hasta primera hora de la tarde no facilitó noticias concretas de la situación y de lo que se decía que ocurria en Africa, a causa de la sublevación de las fuerzas de aquella guarnición.

Las noticias oficiales radiadas a primera hora de la tarde, dieron cuenta de que el alzamiento no había tenido repercusión en la Península, donde según la repetida información oficial, la normalidad no se alteró en ningún momento. En el Paseo, se cacheaba a los transeúntes.

Durante todo el día, circularon por la ciudad fantásticos rumores, contribuyendo a aumentar la inquietud la suspensión de conferencias telefónicas entre nuestra ciudad y Barcelona, dispuesta por orden superior. Asímismo, se impidieron las comunicaciones telefónicas con cualquier otra localidad por próxima que fuera.

La expectación continuaba por la noche, a medida que se iban conociendo las noticias que daba la radio, si bien se atenuó considerablemente el ambiente de nerviosismo que reinaba a primeras horas de la mañana.

Día 18 de julio

- A las nueve de la mañana se sabe que el Ministro de la Gobernación ha dado cuenta oficialmente de la situación de Marruecos.

- Se refuerza la vigilancia en los bancos de esta ciudad.

- Prieto publica una nota declarando el estado de guerra y pide al pueblo que se eche a la calle.

- Por la noche la gente se echa a la calle llevados por una verdadera fiebre para cambiar y comentar impresiones. En la calle de Jodis, dábase una audición de sardanas y mientras sonaba la música, el público continuaba pendiente de las noticias que daba la radio, hasta el punto de que la gente obligaba a los músicos de la Cobla a cesar en la ejecución de la música. Aquel ambiente, producido por vivir pendientes de los altavoces, que se inició por la mañana, produjo un nerviosismo en la mayoría, conforme avanzaban las horas de la noche.

Día 19 de julio


- Empezó como si nada anormal sucediera. En las primeras horas funcionaron los trenes y llegaron periódicos de la capital que eran arrebatados de manos de los vendedores.

- Se efectúa el último entierro en la Parroquia de Sant Pere, que fue el cadáver del industrial carpintero Antonio Capella Autonell, de 45 años, fallecido el día anterior a consecuencia de un desgraciado accidente de trabajo. El último entierro celebrado en la parroquia del Sant Esperit, fue el del cadáver del comerciante confitero Francisco Brugueras Argemí de 75 años.

En ambos entierros se hacen diversos comentarios sobre el movimiento que se dice haber estallado. La mayoría aseguran haber oído fuertes cañonazos procedentes de Barcelona, durante la noche y el día anterior.

- A medida que avanza el día, llegan noticias inquietantes diciendo que en Barcelona ha estallado una sublevación en algunos cuarteles militares.

Circulan automóviles con policías y Guardias de Asalto, fuerza esta última llegada recientemente de Barcelona.

Por la tarde, reina cierta expectación. A las seis, se desalojan las salas de cines y teatros. Los autos son detenidos y la gente circula por las calles congregándose principalmente ante la Casa de la Ciudad. Corre el rumor de que ha sido declarada la huelga general revolucionaria y la consigna es de no reanudar el trabajo hasta nuevo aviso.

No circulan los trenes. Se efectúan las detenciones del terrassense Antonio Barata, unos padres escolapios y varios "fejocístes" que habían asistido a una fiesta celebrada en "Can Carbonell".

Por la noche las calles aparecen desiertas.

Día 20 de julio

- Paro general. Empiezan a circular coches con gente armada.

- Se abren los establecimientos y tiendas, aunque sin que se reintegre al trabajo la dependencia. En los centros oficiales y políticos, se procede, ante las noticias que vienen recibiéndose, a la entrega de armas a todos los milicianos que se presentan en dichas entidades.

- Se asegura que las Delegaciones en toda Catalunya van a trasladarse a Barcelona con objeto de adoptar acuerdos respecto a la actuación a seguir en vista de las circunstancias. Entretanto, se realizan prácticas de ametralladoras en la carretera de Montcada, ante el Sindicato de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT).

- Se efectúan registros en varias casas particulares.

- Durante la noche, las organizaciones sindicales proceden a incautarse de los edificios que hasta la fecha venían ocupando las entidades recreativas o políticas de significación derechista. De esta manera la CNT, se posesiona del Gran Casino; la UGT y el Partido Catalán Proletario, de la Asociación Catalanista; el POUM, del Círculo Egarense y Centro Social y el Partido Comunista, del Círculo Tradicionalista. Los campesinos de la CNT, se establecen en la Sucursal que los Padres Escolapios tienen instalada en la calle Media del Paseo, y en la casa "Can Bonvilá" de la calle de la Cruz.







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