Cerca de la una de la tarde ha llegado,
en automóvil, el presidente de la Generalidad señor Maciá, con objeto de
asistir a los diversos festejos que se celebran con motivo de la fiesta mayor.
El alcalde accidental, don Samuel
Morera, y el diputado electo para las Constituyentes don Domingo Palet,
esperaron al presidente en la villa de Rubí, acompañándole en su viaje desde
esta localidad.
Ya en Tarrasa, esperaban al señor Maciá
el Ayuntamiento en corporación y un gran gentío, que fue engrosando a medida
que el ilustre visitante y sus acompañantes llegaban a las Casas
Consistoriales, desde uno de cuyos balcones dirigieron la palabra a la muchedumbre
el señor Maciá y el alcalde señor Morera, siendo ambos muy aplaudidos.
Había de verificarse seguidamente el
descubrimiento de la placa que dará el nombre de Plaza de la República a la en
que se alzan las Casas Consistoriales, pero ante la imposibilidad de penetrar
en la Plaza, por la muchedumbre que en ella se amontonaba materialmente, se dio
por consumado el acto, descubriéndose la lápida sin ceremonia alguna.
En el patio de las Casas Consistoriales
se celebró un banquete, ocupando la presidencia el señor Maciá. quien sentó a
su derecha al alcalde accidental señor Morera, y a su izquierda al diputado
señor Palet, asistiendo unos setenta comensales.
Terminado el ágape, el señor Maciá se
dirigió a saludar al sacerdote prior arcipreste doctor Molera, visitando luego
las sociedades recreativas, entre ellos el Gran Casino.
Seguidamente marchó al campo del Tarrasa
F. C, donde el titular jugó un partido de fútbol contra el Sagunto.
En todas partes fue objeto el señor
Maciá de clamorosas ovaciones.
Al anochecer regresó a Barcelona,
altamente satisfecho.
— V. C.
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