ROMANÍ

Nombre popular: ROMANÍ

Nombre científico: Rosmarinus officinalis.

Características y morfología: Es una mata aromática propia de la terra baja, representativa del clima mediterraneo, y que forma sotobosque preferiblemente en terrenos calcáreos secos, com el monte bajo y las pinedas. Sus pequeñas y bonitas flores labiadas son blancas y/o azules, y sus tallos son lleñosos. Sus olorosas hojas son estrechas (retorcidas), puntiagudas, opuestas, lineales, verdes en el anverso y plateadas al reverso.

Principales principios activos: Ácidos fenólicos (ácido rosmarínico), rosmaricina (estimulante), aceites esenciales o volátiles (cineol o eucaliptol, borneol, cámfora, camfé, piné), terpens (diterpens), polifenoles, principios amargos, taninos, flavonoides (antiinflamatorios), aceites volátiles, saponina, glucósidos, resinas.

Flores y frutos: Almidón, aceite esencial, taninos, azúcar, albúmina, oligoelementos, litio (flor).

Indicaciones: Esta es una de les hierbas más importantes del panorama de remedios catalán, y así lo recoje el refranero: «De la virtut del romaní, mil coses se’n poden dir»(De la virtud del romaní, mil cosas se podrían decir). Las infusiones de flores y hojas (3 veces al día antes de las comidas) son dispépticas y estimulan la secreción biliar; van bién contra la rinitis y son immunoprotectoras, lo cual las hace adecuadas contra los enfriamiento y la gripe. También combate el agotamiento, favorece la circulación sanguínea y refuerza el tejido de las venas. Su contenido en rosmaricina, terpens (diterpens), ácido rosmarínico, taninos, flavonoides y aceites volátiles estimula la circulación de la sangre al cerebro, cosa que provoca el aligeramiento de algunos dolores de cabeza, mejora la memoria (litio) y la concentración. La maceración de flores en alcohol alcanforado durante 40 días a sol y serena recibe el nombre de espíritu de romaní, lilimento excelente para friegas contra el reuma y para tonificar los músculos en caso de fatiga muscular y dolores articulares; Ya lo dice el pareado: «L’esperit de romaní, el dolor prest fa fugir»(El espíritu del romaní, el dolor al momento hace huir).

Observaciones: En grandes dosis puede resultar perligroso, sobre todo para las embarazadas ya que puede traspasar la barrera placentaria y provocar un aumento de la tensión arterial, cosa que también la puede hacer contraindicada para aquellas personas que padecen hipertensión. Tampoco es recomendable cuando se sufren gastritis, úlceras gastroduodenales, hepatopatias, epilepsia y Parkinson.