jueves, 4 de junio de 2015

La Vanguardia, Edición del jueves, 21 marzo 1929, página 29

En la madrugada de ayer, en la casa número 114 de la calle de Topete, en donde tiene instalado su taller y despacho de relojería don Joaquín Torres Perarnau, penetraron ladrones, los cuales no lograron su intento gracias a que un vecino oyó ruido y avisó al vigilante, dándose entonces a la fuga.

Los ladrones, por medio de una larga cuerda, se descolgaron al patio de la casa, y desde allí con una escalera, subieron al primer piso, abriendo, para penetrar en el mismo, un boquete por medio de un berbiquí. Seguramente para descender al despacho hicieron otro boquete cuadrado en el suelo; pero al enterarse de que sus manejos habían sido descubiertos por el vecino, desistieron de su intento, dejando abandonada en el patio la broca del berbiquí, huyendo por los patios contiguos hasta llegar a un cercado de la calle San Mariano, cuya puerta se encontró abierta.

Al lugar del suceso acudieron el agente de vigilancia señor Sánchez, el cabo de la guardia municipal señor Ullés y los guardias Paredes y Camarós, quienes avisaron al dueño de la relojería, que vive en la calle Viveret, practicando juntos un reconocimiento en la casa, sin que se notara faltar nada.

Celebraron ayer su fiesta onomástica el alcalde señor Ullés, el juez de primera instancia señor Farré, el prior arcipreste doctor Molera, el director de la Escuela Industrial señor Baltá de Cela, el cabo del somatén señor Guillemot, el cura párroco de San Pedro doctor Homs y el padre rector de las Escuelas Pías reverendo padre José M. Sirés, todos los cuales recibieron con dicho motivo muchas visitas y felicitaciones.

El alcalde entre otros presentes, recibió un magnífico y artístico ramo de flores que sus compañeros de Consistorio dedicaron a su señora esposa, la distinguida dama doña Rosa Armengol.

Con motivo de celebrar su fiesta onomástica el reputado industrial de esta ciudad don José Guardiola Ros, los obreros y empleados de su fábrica le dedicaron como homenaje una artística placa de bronce plateada y montada sobre mármol, obra del escultor de esta ciudad y profesor de la Escuela de Trabajo, don César Cabanes.

La sentida dedicatoria que ostenta dicha placa es una prueba evidente de la cariñosa adhesión que sienten por el señor Guardiola, los obreros de su fábrica.

— Corresponsal.


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