lunes, 26 de septiembre de 2016
La Vanguardia, Edición del jueves, 18 febrero 1932, página 6
La sedición de Tarrasa
Los daños sufridos por el Ayuntamiento. El plan de los rebeldes
Telegramas de protesta
Los daños y deterioros sufridos por el edificio del Ayuntamiento de
Tarrasa, a consecuencia de su ocupación por los sediciosos, se calculan en unas
cincuenta mil pesetas.
Muchos artesonados habrán de ser cambiados y algunas balaustradas han
quedado en muy mal estado. Además, el número de cristales rotos es extraordinario.
Uno de los proyectiles atravesó un cuadro del pintor Vilella que se
hallaba colgado en una de las paredes de la galería del piso principal del
Ayuntamiento.
Varios libros del Archivo, entre ellos algunos muy valiosos, han
sufrido también importantes desperfectos.
Los revoltosos arrancaron los plafones y travesaños de dos puertas que
dan frente a la entrada de la escalera principal, para, hacer fuego parapetados
detrás de las puertas en el caso de que hubiera entrado la guardia civil en el
Ayuntamiento.
En poder de uno de los cinco detenidos que fueron apresados por, la
guardia civil a primera hora de la mañana del lunes, cuando rondaban armados
alrededor de la casa cuartel, se encontró una lista con los nombres de los
individuos que debían ocupar el Ayuntamiento, el cuartel de la benemérita, la
zona militar y los edificios de Teléfonos y Telégrafos, además de las dos
estaciones ferroviarias, ocupaciones que los revoltosos no pudieron llevar a
cabo porque, apenas iniciado el movimiento, comenzó en sus filas una gran
confusión y no se decidieron a realizar más que una parte mínima de su plan.
Tanto el Instituto Industrial como el Comercial e Industrial y la
Cámara de Comercio, han dirigido telegramas de enérgica protesta por los
sucesos sediciosos ocurridos, al Presidente del Consejo de Ministros y al
ministro de la Gobernación.
Traslado de los detenidos
Ayer mañana, a las cinco y media, llegaron a Barcelona los 38
individuos que fueron detenidos en Tarrasa como complicados en los sucesos
ocurridos en dicha población.
El traslado se efectuó en dos camiones; en uno de ellos iban 17
detenidos, y 19 en el otro, yendo en el interior de los vehículos tres parejas
de la guardia civil en cada uno.
Delante de los camiones iba un auto ocupado por el capitán de la guardia
civil de Tarrasa, con varios números, y cerraba la marcha otro auto ocupado por
el teniente y más individuos de la misma fuerza.
Al llegar los detenidos a la Jefatura de Policía, se hizo cargo de
ellos el jefe superior, don Arturo Menéndez, al que acompañaban el comisario
general del Cuerpo de Vigilancia, señor López Llamas; el jefe de la Brigada
Social, señor Villaverde, y el secretario del jefe superior señor Gainza.
A los detenidos, al salir de Tarrasa, sus familiares les hicieron
entrega de ropas y comida.
Inmediatamente después de llegar, los detenidos a la Jefatura,
ingresaron en los calabozos.
Durante toda la mañana se les tomó la filiación. En su mayoría son
jóvenes. Entre ellos figura el individuo que lanzó la bomba al capitán de la
guardia civil, cuando éste se dirigía al Ayuntamiento, por haberle hecho
indicaciones de que los revoltosos se le rendían.
Los camiones en que se efectuó el traslado fueron facilitados por el
cuerpo de Intendencia militar.
Quedarán a disposición de la autoridad militar los detenidos que por la
índole de su intervención en los sucesos deban pasar a la jurisdicción de
guerra.
He aquí los nombres de todos ellos:
Antonio Florensa, José Olivares, Antonio Olivares, Manuel Rico, Tomás
Sala, Arcadio Duran, José Gracia, Miguel Hernández, Juan Blanes, Demetrio
Cadena, Francisco Galán, Luis Fortes, Francisco Morales, José Puig, Fidel
Lechón, José Rimbau, José Pedro, Jaime Casarramona, Andrés Rosell, Jaime
Caballé, Pablo Castells, Pedro Perarnau, Fernando Rostov, Fernando Folch, Juan
Planas, Manuel Bou, Salvador Comas, Daniel Sánchez, Rodrigo López, Joaquín
Regales, Pedro Maris, Ramón Soler, Miguel Doménech, Camilo Nortes, Lorenzo Tapiolas,
Delfín Badía y José Padilla.
Las fuerzas vivas
El alcalde y representaciones de las fuerzas vivas de Tarrasa visitaron
ayer al gobernador para pedirle se adopten en aquella ciudad medidas que
mantengan la tranquilidad que algunos elementos parece tienen empeño en
alterar.
El señor Moles dio a sus visitantes todo género de seguridades de que
su petición será atendida.
Elogios a la benemérita
El comportamiento abnegado y valeroso de la guardia civil con motivo de
los sucesos de Tarrasa está siendo muy elogiado por el vecindario en masa de
aquella población..
La benemérita, que actuó en todo momento con decisión y energía, supo
aunar a su acción el tacto y la prudencia precisos para no causar víctimas y
todos están de acuerdo en Tarrasa en afirmar que de no haber presidido este
espíritu de cautela y moderación en sus intervenciones, habría que lamentar sucesos
mucho más dolorosos.
También se prodigan alabanzas a la acertada labor del teniente don Luis
Varea, que dirigió los primeros servicios de represión, al teniente don Jesús
Barrios, que acudió mandando nuevas fuerzas cuando los momentos eran más difíciles,
y al capitán don Adolfo Carretera, jefe de la línea, que en cuanto se enteró de
lo que ocurría marchó desde Sabadell, en donde se encontraba, a Tarrasa, para
hacerse cargo del mando de las fuerzas y dirigir la acción contra los
revoltosos.
Juzgado especial
Para la instrucción del sumario derivado de los graves sucesos
ocurridos en Tarrasa ha sido nombrado el magistrado de esta Audiencia
Territorial don Luis Pomares.
Asimismo ha sido designado el fiscal provincial don Pedro Moreu
Gisbert, afecto a la Audiencia de Barcelona, para que intervenga personalmente
en la instrucción de la aludida causa.
Ambos funcionarios vienen actuando con notable actividad y acierto en
el proceso relativo al alzamiento sedicioso del Alto Llobregat, para- cuya intervención
fueron, especialmente nombrados al producirse el movimiento revolucionario.
Destrucción de dos torres de la conducción de fluido eléctrico
Ayer tarde el gobernador manifestó a los periodistas que a la una y
cuarto de la madrugada habían sido derribados, con cartuchos de dinamita, dos
torres conductoras de electricidad, que la Energía Eléctrica de Cataluña tenía
construidas en las inmediaciones de la carretera de Manresa.
Una de las torres quedó derribada por completo, y la otra sufrió serias
averías, sosteniéndose solamente por un puntal.
En cada una de las torres se había colocado un cartucho de dinamita,
segun ha podido comprobarse.
Debido a este atentado, la transmisión de fuerza quedó interrumpida en
una línea de 80.000 voltios y en otra de 110.000.
El suministro de fluido eléctrico se restableció por medio de las
centrales térmicas.
Se calcula que se tardarán dos días en reconstruir las torres.
El gobernador ordenó a la guardia civil diera una batida por aquellos
alrededores y que proceda con toda severidad si se intentara cometer algún otro
atentado como el expuesto.
Ha sido detenido un individuo sobre el cual recaen sospechas de que
pueda tener participación en la colocación de los petardos.
Según opinión del señor Moles el hecho es obra de alguno de los
fugitivos de los últimos sucesos.
Visita al guardia Chagüe
El gobernador estuvo ayer tarde en el Hospital Militar visitando al
guardia civil Martín Chagüe Fraile, herido durante los sucesos de Tarrasa.
Dicho guardia, se halla muy mejorado, creyéndose que pronto será dado
de alta
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario