viernes, 21 de octubre de 2016

La Vanguardia, Edición del viernes, 06 mayo 1932, página 7

UN NIÑO ASESINADO

El autor ha sido detenido

Comunican de Tarrasa que ayer fue detenido por la guardia civil Salvador Cazorla Alcocer, alias «El Torero», autor del bárbaro asesinato de un niño de tres meses, hijo del matrimonio Manuel Martínez Moya e Isabel Reyes Escudero, con domicilio en la casa número 225 de la calle Ancha de la vecina población.

El detenido fue puesto a disposición del Juez de Instrucción de Tarrasa, ante el cual parece ser que se ha declarado autor del crimen, manifestando que había realizado el hecho porque como algunas personas le acusaban de estar loco, él prefirió que le llevasen a un presidio que a un manicomio. Respecto a los móviles que le indujeron a elegir para víctima suya al niño asesinado, parece ser que no adujo razón alguna, aunque es de creer que tenía algunos resentimientos contra el padre de la criaturita.

En su declaración Salvador Cazorla confirmó que entró en la casa donde viven los padres de la criatura cuando se hallaban ausentes aquéllos, sacando entonces de la cunita al niño, que se llevó a un patio de otra vivienda próxima, y allí, con una navaja que llevaba a prevención, le dio un tajo en el cuello. Aunque el asesino parece ser que lo ha negado, se sabe que bebió parte de la sangría de su víctima. Se cree que Cazorla, que sufre un gran desequilibrio nervioso, obró en un momento de locura, y que luego, horrorizado de su propio crimen, quiso huir de Tarrasa, sin poderlo efectuar por la falta absoluta de medios en que se encontraba.

El vecindario de Tarrasa está indignadísimo contra el autor de esta salvajada sin nombre, y ayer, al ser conducido el criminal ante el Juzgado, la gente, enfurecida, se estacionó frente al edificio en airada actitud contra el criminal, al que la fuerza pública tuvo necesidad de proteger.

Entre los que formaban en el grupo estacionado frente al Juzgado, estaba el padre de la criaturita asesinada, al cual fue muy difícil contener para que no se arrojase sobre el criminal.

El autor de este repugnante hecho, Salvador Cazorla, es natural de Santa Cruz (Almería), y vive en compañía de su madre en una casa de la calle de Cataluña. El patio en el que cometió el crimen corresponde, según nos informan, a una casa en que vive una hermana suya. El apodo de «El torero» se lo daban en Tarrasa por haber intentado dicho individuo dedicarse a tal profesión y haberse arrojado al ruedo en algunas corridas de las celebradas en Barcelona. En su desequilibrio «El torero» había intentado, por supuesto con el resultado adverso que es de suponer, que el Ayuntamiento de Tarrasa le subvencionara para que él pudiera dedicarse al arte de Cúchares.

De rumor popular se afirma en Tarrasa que el móvil del crimen ha sido que Cazorla, desde hacía tiempo, padece intensa debilidad, y creyó que, para fortalecer su organismo, no podía hallar nada más eficaz que beber la sangre de un niño. Se recuerda que Salvador Cazorla, desde hace bastantes días, observaba una actitud hosca y huraña con la gente, siendo contadísimas las personas con las que habló durante este período de excitación en que ha vivido últimamente.


 

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