miércoles, 2 de julio de 2008

La Voz del Pueblo 9 noviembre 1907

Un modelo de infamia

¡Pobres mujeres!. Nosotros recordando que tuvimos una madre que nos amaba con delirio, al saber la negativa que los fabricantes Bosch, Durán y Costa han dado a varias de sus trabajadoras, sentimos pena y odio, al ver que hay en el seno de la humanidad seres que, solo por un aborto de la naturaleza, tienen la figura de hombres.

Sólo un Bosch, un Durán y un Costa, que por corazón deben tener un trozo de roca y por conciencia una cavidad más negra que la boca del lobo, pueden negar a unas pobres trabajadoras diez o quince minutos para amamantar a sus niños.

¿Qué os asombra?.

Pues sabed la historia, que es un verdadero modelo de infamia.

Ha unos días que varias obreras impulsadas por el cariño propio de madre, se acercaron a sus patronos Bosch y Compañía y les pidieron el permiso de unos minutos para amamantar sus hijos, pues algunos de estos, recien nacidos, requerían, como es humano presumir, ciertos cuidados y atenciones que ellas, por las muchas horas de trabajo, se veían imposibilitadas de realizar.

Las que esto solicitaban eran madres y el favor insignificante que se pedía era para inocentes y tiernas criaturas. A pesar de esto, la respuesta fue un ¡no! rotundo, una negativa absoluta. ¡Oh que malvados!.

¿Quien puede mantener la serenidad ante sentimientos tan depravados?. ¿Cabe conducta más despiadada?.

Aquellas desgraciadas compañeras no sabían sin duda, que uno de sus amos lleva por nombre algo que recuerda al boch, al macho cabrío, al animal de torpes sensaciones. No sabían que trataban con un Durán, que debe tener la dureza cobarde de la hiena, que solo se atreve con seres débiles y solo se alimenta de cadáveres.

¡Miserables!
OLOMAN

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