Reflejos ciudadanos
Las colas del pan
Causa un malestar grande al contemplar a todas horas del día estas largas colas de mujeres, en espera de que les correspondan unos panes, pero al lado de estas colas observamos otras, que producen indignación a todo antifascista revolucionario que las contempla, y son estas las que se forman delante de pastelerías, churrerías, confiterías, etc. es decir delante de todos los lugares donde se venden artículos superfluos, de lujo.
Ahora bien, si es que no hay harina de sobra para fabricar pan, ¿por qué se permite se malgaste esta materia de tanta importancia en la fabricación de golosinas, de las que se podría perfectamente prescindir?.
Si es que hay harina de sobra para fabricar pan y demás pasteles, que se reparta equitativamente, terminándose de una vez con estas colas puntos de reunión de la quinta columna.
Se ha de terminar de una vez con la ventaja que se da a quienes cobran buenos sueldos, a los comerciantes que se están llenando los bolsillos desvergonzadamente, especulando con la carestía de ciertos artículos de primera necesidad y claro después pueden permitirse el lujo de poner en práctica aquel adagio de "a falta de pan, buenas son tortas".
Concretamente, pues si es que escasea la harina termínese de una vez, con la fabricación de productos de los que se pueden prescindir, pues así se conseguirá un ahorro de harina y la terminación de un privilegio para los capitalistas que aun quedan.
Ahora bien, si es que no hay harina de sobra para fabricar pan, ¿por qué se permite se malgaste esta materia de tanta importancia en la fabricación de golosinas, de las que se podría perfectamente prescindir?.
Si es que hay harina de sobra para fabricar pan y demás pasteles, que se reparta equitativamente, terminándose de una vez con estas colas puntos de reunión de la quinta columna.
Se ha de terminar de una vez con la ventaja que se da a quienes cobran buenos sueldos, a los comerciantes que se están llenando los bolsillos desvergonzadamente, especulando con la carestía de ciertos artículos de primera necesidad y claro después pueden permitirse el lujo de poner en práctica aquel adagio de "a falta de pan, buenas son tortas".
Concretamente, pues si es que escasea la harina termínese de una vez, con la fabricación de productos de los que se pueden prescindir, pues así se conseguirá un ahorro de harina y la terminación de un privilegio para los capitalistas que aun quedan.
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