Tres penas de muerte :: Vista de una
causa por robo y asesinato
Para
mañana, pasado y el miércoles, ha sido señalada en la sección segunda de la Audiencia la vista de
una causa por robo y asesinato, en la que el fiscal pide para tres de los
procesados la pena de muerte y ocho años y un día de prisión mayor para la otra
procesada.
He aquí
un extracto de las conclusiones formuladas por el fiscal:
«Ramón
Sanchís Miró, oficial barbero en Tarrasa, concibió el proyecto criminal de
robar al propietario de la finca conocida por «Los Boadas», del término de
Rellinás, y para realizar su proyecto, se puso de acuerdo con el matrimonio
formado por José Ramón Sánchez Grau y Adelaida Casiano Torrandell. Pero, como
pensaban llevar a cabo su proyecto un domingo por la mañana, con objeto de
asegurarse la impunidad, ya que por ser día festivo el camino estaría poco
concurrido de obreros y otros transeúntes, y Ramón Sanchís no podía, sin
inspirar sospechas, dejar de acudir a la barbería, convinieron los tres en que
el acto material de robar y matar, si se resistía, al dueño de la finca, Pablo
Serracanta, lo ejecutara el matrimonio, facilitándole aquél antifaces de tela metálica,
bigotes postizos, un paquete de polvos, una escopeta y una pistola que adquirió
por mediación de un guardia municipal de Tarrasa, para el que se sobreseyó la causa.
Además el
Sanchís proveyó también al matrimonio de una cédula extendida a nombre de
Enrique Marqués Torralba, para el caso de que Serracanta no tuviera dinero en
la casa, le obligaran, a firmar un cheque a favor de éste.
Todo
dispuesto para la comisión del delito, José Ramón Sánchez y su esposa Adelaida Casiano,
ésta vestida de hombre, con un traje que compró en esta ciudad, se encaminaron,
la noche del sábado, 16 de julio de 1921, a un pinar situado en las inmediaciones
de la casa «Los Boadas», en el que pasaron la noche; y a las cuatro de la
mañana del día 17, cuando la esposa y los criados de Serracanta salieron para
ir a misa a Tarrasa, se dirigieron a la casa citada, en la que creyeron estaba
solo el dueño. Abrieron la puerta y al ruido producido por los criminales,
Pablo Serracanta., que estaba sentado y acodado en una mesa del piso bajo, se
volvió y se apercibió para la defensa, al ver a los enmascarados que además
llevaban puestas unas gafas. Estos, temiendo pudieran ser descubiertos,
dispararon la escopeta cargada de balines, que empuñaba el marido, y la mujer
disparó a su vez la pistola, causando el dueño de la finca tres heridas mortales
de necesidad. A pesar de ello el herido, pudo ganar la escalera que conduce al
piso y al llegar a él cayó exánime.
Los
criminales, cuando se dirigían a las habitaciones superiores con intención de
robar, oyeron pasos precipitados de un mozo de la casa que iba a pedir auxilio
a la población inmediata y temiendo ser descubiertos, huyeron y se ocultaron en
el monte conocido por el nombre de «Ubach», en el que se despojaron de las
ropas, máscaras, etcétera que llevaban puestas, poniéndose las de su uso
habitual.
Inmediatamente
después se encaminaron al pueblo de Dos Ayguas, a casa de Constantina Grau
Sánchez y María Rosa Sánchez Grau, en la que ocultaron las armas y cápsulas que
fueron recuperadas por la guardia civil, lo mismo que las ropas abandonadas por
ellos en el monte.
Detenidos
todos fueron procesados, confesando su delito. Durante el período de
instrucción del sumario falleció Constantina Grau.
El fiscal
considera el hecho sucintamente relatado como constitutivo de un delito de asesinato,
y pide se imponga la pena de muerte, como autores del mismo, a José Ramón Sánchez
Grau, a su esposa Adelaida Casiano Torrandell y a Ramón Sanchís Miró y, como
encubridora, ocho años y un día de prisión mayor a María Rosa Sánchez Grau. Y a
los cuatro a pagar 10.000 pesetas de indemnización a la familia de Pablo
Serracanta.
El
defensor niega la culpabilidad de sus patrocinados, y solicita su absolución.
Están
citados cuarenta testigos.
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