sábado, 5 de julio de 2008

Vida Nueva 9 septiembre 1936

¡MADRES!

¡Madres!. Mujeres que habéis escalado las cimas de la glorificación digna, dando vida a un nuevo ser.

¡Madres!. Mujeres que además de producir y trabajar, habeis sabido elevaros moldeando en vuestras entrañas carne viva.

¡Madres!. Seres abnegados hechas de delicadezas habeis hecho de nuestro fruto hombres nobles de sentimientos justos.

En esta hora sublime en que la libertad peligra, tened el suficiente valor. Sed fuertes y voluntariosas y, en un abrazo supremo y abnegado sabed desprenderos del fruto sazonado en vuestro cuerpo para ofrecerlo a la noble causa de la revolución.

¡No lloreis!. Sabed retener vuestras lágrimas al acompañar y despedir a vuestros hijos que con el alma henchida de un ardor justo, transmutan la mano suave, dulce y cariñosa de todo lujo para transformarse en hombre empuñando el fusil libertador.

¡Madres!. Vosotras que en trances difíciles, de sufrimientos crueles, dolorido y desgarrado el cuerpo habéis sabido sin una queja, en esta hora de dolor en que las libertades peligran y caen a manos crueles y desalmadas que encadenarían y destruirían vuestros hijos, sentiros fuertes y estoicas para que ellos sepan evitarlo.

¡De cuan poco hubieran valido vuestros sufrimientos y desvelos si solo hubieran servido para hacer esclavos!.

Para defenderse ellos, para defenderos a vosotras. Para no morir como cobardes arrodillados a los pies del ogro salvaje, tenéis el derecho de animaros y, despedirlos con una sonrisa heróica. No dejéis que luego en el frente, les domine un recuerdo doloroso, el de haber visto al despedirse el rostro querido de la madre bañado en lágrimas. Procurad que la visión de lo más querido no sea triste ni desoladora. Dadles al menos, vosotras que sabéis dárselo todo, el placer de veros sonreir. Pensad que en un tiempo no lejano, el volver a vuestros brazos, de su rostro querido emanará una luz deslumbradora y radiante como solo podria sentir ostentar todo aquel que ha sabido conquistar el más preciado trofeo que es su libertad.

Dr. Palau

1 comentario:

Anónimo dijo...

-o0o-
Que bella la vida,
que ella me ha dado,
noto tu ausencia,
querida madre mia,
que me hizo descubrir,
un dia de junio,
la felicidad de ser hijo,
el hecho de mi existencia,
que viva ella, mi madre,
!!Madres!!, creadora de la vida.
-o0o--
Saludos amigo Salva, he tenido noticias de este tu blog, a traves de Viridiana, paso a saludarte, y como no, te esperamos.
Un abrazo. P&P