Crónica Social, Edición miercoles 11 de enero de 1933, pág. 3

DE LOS SUCESOS DEL DOMINGO

En nuestra edición de ayer dábamos noticia de que había fallecido el herido en los sucesos de la calle San Isidro José Ribera Mercader, recogiendo rumores propagados, cuando dicho herido se encuentra en el Hospital sensiblemente mejorado de su herida en la pierna y rodilla, rumores que al parecer se referian a otro herido, que desde los primeros instantes fué oculto por sus familiares.

Es deplorable que, en estos instantes de intranquilidad ciudadana, cuanto todos quieren avalorar la magnitud del conflicto, la prensa quede entregada a sus propios medios de busca de fuente oficial que pudieran orientar el que tiene la misión de informar a sus lectores y poder así evitar estos errores lamentables, fruto de un confusionismo que quien tiene en su mano los hilos de los sucesos le seria fácil desvanecer con la entrega de una pequeña nota. No es así y lo lamentamos por el afán que tenemos de imprimir únicamente aquellas notas que encierren veracidad por el respeto que nos merecen nuestros lectores.

IDENTIFICACIÓN DEL MUERTO

Ayer fué identificado en el Juzgado por su cuñado llamado Timoteo Laorden el muerto en la agresión al guardia civil José González.

El muerto tenia actualmente 20 años y se llamaba Rufino Alcalde y Domínguez. Era soltero y natural de Soria el cual vivia con su hermana y cuñado en una casita de la calle Marconi núm. 88, desde hacia seis meses que habia llegado a nuestra ciudad no habiendo trabajado nunca, y siendo un asiduo frecuentador del Sindicato, donde se significaba por sus ideas anarquistas.

¿MUERTO, HERIDO, DESAPARECIDO?

Han corrido con insistencia rumores de que en la noche de los luctuosos sucesos hubo otro herido; un conocido vendedor y voceador de los diarios "Solidaridad Obrera" y "C.N.T.", y ayer se decia que habia muerto, cuya noticia recogimos dando por muerto al tal Ribera que se encuentra en el Hospital.

Durante el dia de hoy hemos tratado de averiguar lo que hubiese acontecido al tal individuo y la casa onde vive está cerrada, aúnque su mujer se halla en el interior. Desde el domingo ningún vecino ni nadie lo ha visto, ignorándose su paradero.

Es la incógnita misteriosa de los sucesos, que no dudamos será en breve descifrada por las autoridades, para que sepamos de una vez si tuvo o no intervención en dichos sucesos, y cual la suerte que ha corrido el popular vendedor de los periódicos anarco-sindicalistas.