En Tarrasa
UN GUARDIA CIVIL ES SORPRENDIDO POR UN GRUPO DE INDIVIDUOS DE LOS QUE
MATA A UNO Y HIERE A DOS DE ELLOS. :: EXPLOSION DE UNA BOMBA
Durante la noche del domingo
ocurrieron graves sucesos que no tuvieron más repercusión merced a las
precauciones que se habían adoptado y al celo desplegado por las autoridades.
Entre diez y once de la noche, un
numeroso grupo se presentó en la zona militar e irrumpiendo violentamente en el
local, se apoderó de un suboficial y tres soldados que en la misma había, a los
que sacaron por la violencia a la calle y obligaron a marchar a la cabeza del
grupo, recorriendo así varias calles. Por fin, en la Rambla de Egara, dejaron
en libertad a los apresados.
Poco después, un automóvil, con
los faros apagados, recorrió la población. Del automóvil salían numerosos
disparos dirigidos contra los transeúntes. Afortunadamente, no hubo que
lamentar ninguna desgracia producida por este tiroteo.
En la vía férrea del Norte, cerca
de la calle Prat de la Riba, estalló una bomba, cuya formidable detonación
llenó de pánico al vecindario.
Cuando el guardia civil José
González Aguilar se dirigía después de comer al cuartel de su instituto, un
grupo de unos quince hombres le salió al encuentro, intentando detenerle al
grito de “¡manos arriba!”. No se arredró Aguilar, y echando mano de su pistola,
contestó a tiros a los revoltosos, matando a uno de ellos e hiriendo a otro. El
resto de los asaltantes huyó apresuradamente. El mismo guardia se hizo cargo
del herido, que dijo llamarse José Ribera Mercader y tener 27 años. Es vecino
de Tarrasa. Presenta una herida en el muslo superior del muslo, con fractura de
fémur.
El muerto no ha sido
identificado. Tanto a éste como al individuo que resultó herido les han sido
encontradas pistolas, bombas y municiones.
Los revoltosos cortaron la línea
del telégrafo y varias de las telefónicas.
Se han practicado, además de la
del individuo que resultó herido por el guardia González Aguilar, otras tres
detenciones. Son éstas las de Andrés Rosell Conell, Tomás Llonguera Mael y
Ramón Vidal Mesaje.
Han sido encontradas abandonadas
numerosas armas y municiones, así como bombas.
Las autoridades persistieron en
sus precauciones, a pesar de que después de los sucesos del domingo es casi
absoluta la tranquilidad.
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