jueves, 23 de febrero de 2017

La Vanguardia, Edición del miércoles, 11 enero 1933, página 7

En Tarrasa

Después de los últimos sucesos desarrollados en nuestra ciudad ha renacido la tranquilidad trabajándose normalmente en fábricas y talleres, con lo cual la clase obrera ha dado una nueva prueba de sensatez.

No obstante, la guardia civil, de acuerdo con las autoridades, continuó las medidas de precaución, custodiando el Ayuntamiento y edificios públicos.

Ha sido identificado el cadáver del individuo que cayó en la refriega que sostuvo con e] guardia civil José González Aguilar. Se llama Rufino Alcalde Domínguez, soltero, natural de Soria, y domiciliado en ésta, calle de Marconi, 88. Se trata de un significado comunista, de pésimos antecedentes.

El mencionado guardia, interrogado por un reportero local, facilitó la siguiente información:

Salía de mi casa a las diez y cuarto aproximadamente para dirigirme al cuartel cuando a una distancia de veinte metros vi un grupo de unos treinta individuos que subía por la calle de San Lorenzo, los cuales se detuvieron al llegar a la esquina de la calle de San Isidro. Instintivamente puse mano en la pistola cuando de repente y confirmando mis sospechas, me dieron el alto al grito de "manos arriba", al mismo tiempo que disparaban sus revólveres sin hacer blanco. Inmediatamente repelí la agresión, disparando mi pistola y provocando un intenso tiroteo que duró breves momentos, pues al darse cuenta de que habían sido heridos dos de sus compañeros emprendieron la retirada, dejando abandonadas armas y municiones.

El herido fue recogido en el coche ambulancia de la Cruz Roja, que lo trasladó al centro médico, en donde fue asistido por el médico de guardia doctor Cistaré.

El indicado sujeto se lamentaba del percance diciendo que desde su casa se dirigía al cine cuando fue sorprendido por los disparos.

Hechas les debidas averiguaciones .se sabe que se trata de un conocido sindicalista complicado en el asalto del Ayuntamiento en febrero del pasado año. En su poder se encontraron algunas bombas y municiones.

Es de elogiar el comportamiento de la guardia civil, que al mando del comandante del puesto, sargento don Eusebio Julbe Bosch, cumplió con gran tacto las órdenes recibidas del jefe de línea, estando toda la fuerza de servicio permanente más de 48 horas, dando pruebas de un verdadero espíritu de disciplina que es norma del benemérito instituto.

En distintos sitios de la ciudad se han hallado diez bombas y gran número de municiones.


—Corresponsal. 

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