Hasta ahora han predominado las personas que preferían
guardarse las pesetas que habían de gastarse en medidas higiénicas, aunque más
tarde hayan tenido que entregar doble cantidad al farmacéutico y al médico,
para curarse de las dolencias que la falta de higiene provocó. Naturalmente que
todo este horror al agua que sentían muchos trabajadores, era fruto de su crasa
ignorancia de lo que ninguna culpa tienen ellos.
Empero, si puede ser dispensada la ignorancia del pueblo en
materias higiénicas, ningún perdón merecen aquellas personas llamadas a
ocuparse de estos palpitantes problemas, puesto que estaban llamadas, obligadas
a resolverlos sin demora,
Estos son los contratistas de obras públicas. los
propietarios de fincas urbanas, inspectores de higiene y todos los Ayuntamientos
habidos en esta ciudad. Todos por un igual son responsables de que haya en
Tarrasa casos insuficientemente ventilados, sin instalación de agua sin W, C. y
sin duchas, porque ninguno de ellos ignora que en todo hogar son necesarias
estas instalaciones. Pero como unos y otros se han cuidado más de defender sus
intereses particulares y los de su partido que los de la ciudad, se encuentro
Tarrasa en estas deplorables condiciones higiénicas.
Ya que hasta ahora no se han hecho todas estas cosas por los
motivos que acabamos de señalar, creemos que el Comité de Sanidad y el Ramo de
Construcción, deben estudiar rápidamente la traída de aguas potables, para
poder dotar a todos los habitantes de Tarrasa de este preciado líquido. Y si no
ofrece suficientes garantías — por la salubridad del agua principalmente— el
proyecto de la traída de aguas de Olesa, puede estudiarse otro que ofrezca más
garantías, para ponerlo en práctica seguidamente.
Todo menos permitir que ciertas barriadas de Tarrasa tengan
que consumir el agua con cuentagotas, mientras otras barriadas están
consumiendo agua que no es potable.
Existió el proyecto también de traer las aguas de las
inundadas minas de Papiol, pero no pasó de proyecto. Y este proyecto, debiera
desempolvarse y estudiarse imparcialmente, porque creemos que lo merece. No
sólo lo merece por lo potabilidad del agua, sino porque, al extraer el agua,
tal vez se podría trabajar en algunas galerías y extraer de ellas la galena y
el espato que necesitamos para nuestras industrias.
Los montañas que rodean nuestra ciudad, están plagadas de
fuentes de agua potable que debemos canalizar y recoger en depósitos, porque es
lamentable que muchas plantas no puedan desarrollarse debidamente ni dar apenas
fruto, mientras se pierden diariamente algunos millares de metros cúbicos de
agua de dichas fuentes y mientras Tarrasa con sus cincuenta mil habitantes, no
cuenta con un sólo servicio de baños. Pues aunque existe la piscina, carece del
agua suficiente, con lo cual puede ser más un foco de infección que un
establecimiento sanitario.
Estamos en momentos de afrontar serenamente todos los
problemas humanos por arduos que éstos parezcan, porque lo salud y el bienestar
humanos lo exigen.
Mientras haya una gota de agua que se pierde por los
barrancos que circundan nuestro ciudad, no debe quedar un sólo vecino sin su
cuarto de baño ni un sólo palmo de tierra cultivado sin regar.
Debemos demostrar una vez más el mundo que nos contempla, que
los trabajadores tenemos valor para jugarnos la vida aplastando al fascismo, y
capacidad constructiva para llevar a cabo las empresas que fue incapaz de
realizar el capitalismo
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