lunes, 5 de marzo de 2018

Estampa (Madrid. 1928). 20/10/1934, página 23.



EN TARRASA SUELTAN A LOS PRESOS

El paro general dio comienzo en Tarrasa a las diez de la noche del día 5. Por orden de la Alcaldía fueron requisados los automóviles particulares, con los cuales grupos de jóvenes armados recorrieron la ciudad. La Guardia Civil se retiró de las carreteras, por haber recibido órdenes de acuartelamiento. Los Ferrocarriles del Norte dejaron de circular, y en la iglesia parroquial se obligó a suspender la función religiosa.

La sirena instalada en el Ayuntamiento, que es utilizada para las señales de alarma en casos de incendio, sonó a las ocho y media de la noche del día 6, como si ésa fuera la consigna. Los revolucionarios se apoderaron de todos los edificios públicos y de las centrales eléctricas. A las seis de la madrugada, las noticias que dio la radio sobre la capitulación de la Generalidad produjo enorme confusión entre la gente armada, que se dispersó rápidamente. Fue abandonado el Ayuntamiento por los que lo ocupaban, y minutos después penetraron en él los anarquistas, registrando las dependencias y llevándose las armas y municiones que encontraron. En seguida se dirigieron a la cárcel, la abrieron y pusieron en libertad a los presos.


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