domingo, 27 de junio de 2021

Nuevo Aragón. 10/6/1937, página 3.

 

En plena recolección

Estamos en plena recolección de la cosecha. Dicho sea de paso, es bastante buena, nos hallamos no sólo en este pueblo, ni en la comarca, sino en toda la región aragonesa, que desde el primer momento que estalló la revolución; la flor de la juventud, en número considerable, se alistó voluntariamente en las filas confederales, para batir la bestia fascista, más luego atendiendo a los decretos de incorporación a filas de las quintas del 31 al 37, como un sólo hombre, esta comarca y toda la región aragonesa. acató las disposiciones ordenadas por el Gobierno de Valencia, presentándose los de esta comarca incorporándose en la Caja de Reclutamiento de Barbastro; todo esto muy bien, que cuantos hombres útiles se necesiten y todos cuantos sacrificios sean necesarios para ganar la guerra la revolución, los aragoneses estamos dispuestos a dar nuestras vidas y haciendas, para liberar al pueblo de la opresión y tiranía que tantos siglos hemos soportado y hacer una sociedad nueva basada en justicia y libertad y que quede para siempre aplastada la reacción madre de todos los crímenes y vejaciones que el proletariado español tuvo que sufrir.

Estas, quintas llamadas últimamente para ingresar en la Caja de Reclutamiento de Barbastro, ingresados estos compañeros en la referida Caja, yo pregunto: ¿qué hacen estos milicianos en Barbastro en número de seis o siete mil, deambulando como. vagabundos por las calles, durmiendo por las aceras cual si fueran borregos? ¿Es, que todavía el obrero proletario sigue tratado cual si fuera una bestia?. Tanta sangre derramada, tantas lágrimas, tanto dolor, ¿para qué?, ¿para nada? ¡Qué horror, qué vergüenza! ni un momento más ni una hora más debe seguir tanta ignominia; sépanlo los titulares dirigentes que el compañero miliciano debe recibir el trato que merece, pues no se va a jugar la vida para, que lo traten como un borrego; va a defender una nueva sociedad y una nueva vida que no ha tenido hasta hoy. ¿Por qué no van al frente estos compañeros? ¿qué hacen en Barbastro? Pues si no hacen nada, ¿por qué no se les da la orden de que regresen a sus respectivos hogares, dispuestos a acudir al primer llamamiento y de esta forma no sacarían los brazos juveniles y fuertes en el oportuno momento urgentísimo de recoger la cosecha que parte de ella no podrá recogerse a su tiempo por falta de brazos ¿No es esto triste? Triste y vergonzoso. Las dos cosas.

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