jueves, 16 de noviembre de 2017

El Diluvio, Edición del jueves, 24 de mayo 1934, página 19

El ciudadano Jesús Alia y Fuentes, con domicilio en el número 78 de la calle del Colegio, denunció a la policía que mientras dormía en los parajes de Les Fonts le fue robada la americana, en la que había, entre otras, una cartera con toda su documentación personal.

Se nota cierta efervecencia entre los viticultores por la depreciación de sus productos, agravada por la competencia extraordinaria hecha por vinos de otras localidades.

Existe la intención de organizar actos con el objeto de llamar la atención de las autoridades y del público en general sobre tan importante problema.

También el ciudadano Pedro Gómez y Ginés, de 26 años, domiciliado en la calle de Ramón Borrell, 71, denunció a la policía que en el taller donde presta sus servicios le sustrajeron de la americana que tenía colgada una cartera conteniendo un carnet de chófer, la cédula personal, veinticinco pesetas, varias cartas y documentación, sin que pueda sospechar de nadie.

 Ha ingresado en la cárcel de esta ciudad Matias March y Codina, reclamado por el comisario general de Orden público y por la Audiencia de Gerona.

En la mañana del martes se presentó en la inspección de vigilancia el ciudadano Francisco Mompel y Mompel, de 36 años, domiciliado en la calle de Galileo, 7, denunciando que de a casa de su propiedad enclavada en el número 54 de la carretera de Martorell, alguien se había apoderado de un contador eléctrico y un reloj de los que sirven para encender y apagar luces, valorado todo en unas 200 pesetas.

Por los alrededores de Les Fonts chocaron violentamente dos automóviles, causándose desperfectos de consideración, sin que, afortunadamente, haya de lamentarse desgracias personales.

Los citados coches pertenecen, respectivamente, a los señores Pedro Grau Copons y José Mitats, los dos habitantes en el lugar citado.

Por esta Alcaldía ha sido autorizado un aumento de cinco céntimos por el pan de kilo, tenido como lujo, con el bien entendido de que el de dos y tres kilos, llamado pan de gamilia, ha de venderse al precio anterior, sin aumento de ninguna clase, precio que también habrá de subsistir para aquellos que quieran la mitad de un pan de dos kilos o la tercera parte del de tres.

En resumen, sólo se autoriza el aumento de las piezas de medio y de kilo, teniendo en cuenta que los panaderos no podrán estar sin existencia del pan de familia, pues en caso de no tener existencia habrá de venderse el de kilo al precio de aquel.


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