martes, 2 de mayo de 2017

El Diluvio, Edición viernes 7 de julio de 1933, pág. 17

Con una animación extraordinaria se celebró durante estos últimos días la fiesta mayor de esta ciudad.

Un tiempo apacible contribuyó al éxito de los festejos, que fueron varios y numerosos.

Contribuyó a la popularidad de los festejos las selectas y abundantes audiciones de sardanas, bailes y conciertos, ejecutadas por numerosas agrupaciones musicales.

También en los teatros se presentaron excelentes compañías que representaron con éxito obras de los más celebrados autores.

Con el disparo de un interesante castillo de fuegos artificiales terminaron los festejos ayer sin que durante ellos se registrara el menor incidente.

Recientemente se suicidó en su domicilio de la plaza de la República del vecino pueblo de Urtell Pedro Guitart y Prat, de 41 años, casado, disparándose un tiro en la cabeza.

Este que en el momento que decidió poner fin a su vida estaba acostado junto a su esposa, lo realizó sin que ésta oyera el ruido de la detonación por sufrir una grave sordera. No se descubrió el hecho hasta la madrugada, al darse cuenta el mozo de la casa que, contra la costumbre diaria, el dueño no se levantaba, por lo que al penetrar a la habitación descubrió el hecho.

En el pueblo reina gran consternación por el hecho por tratarse de persona muy considerada entre sus convecinos.

El Juzgado instruye las oportunas diligencias.


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