SUICIDIO DE UNA ANCIANA
Ayer, a las diez de la
mañana, hora que tiene la salida de esta ciudad el tren correo de Zaragoza, la
anciana de 80 años llamada María Perarnau, domiciliada en la calle Montserrat,
número 18, se precipitó al paso del convoy, en el kilómetro 332’490 de la línea
del Norte, distante unos centenares de metros de la estación, quedando
totalmente destrozada.
El tren paró su marcha
unos metros más allá del suceso, tomando acta seguidamente del caso,
compareciendo poco después el Juzgado de instrucción, que ordenó el
levantamiento del cadáver y su conducción al depósito judicial.
La víctima no fue
identificada hasta unas horas más tarde, que la identificó un hijo de la misma
desgraciada anciana.
Después de larga y
penosa enfermedad, dejó la vida el consecuente republicano llamado Francisco
Vilaregut y Boada.
Obrero de honradez
acrisolada había sabido luchar en todos los terrenos en la defensa de los
ideales republicanos y de emancipación social, sin que jamás sus compañeros pudieran
sospechar de él, ya que siempre su fidelidad fue hasta los límites máximos a
que puede llegar.
Buen soldado pierden
los republicanos egarenses.
Al entierro han acudido
hoy un sinnúmero de compañeros viejos y jóvenes que han querido testimoniar las
enormes simpatías y estima que Francisco Vilaregut Bonda (D.E.P.) tenía en las
filas del republicanismo y, en general, en la ciudad.
Reciban sus familiares
nuestro pésame más sentido.
También ayer, a las
4’02 de la tarde, en el paso a nivel de la línea del Norte con la carretera de
Rellinás, un carro fue arrollado por el tren ascendente que a dicha hora sale
de la estación de esta ciudad.
Afortunadamente, el
conductor salió ileso; no así la caballería, que fue destrozada por el convoy.
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