sábado, 22 de septiembre de 2018

El Diluvio, Edición 28 de abril de 1935, pág. 21


SUICIDIO DE UNA ANCIANA

Ayer, a las diez de la mañana, hora que tiene la salida de esta ciudad el tren correo de Zaragoza, la anciana de 80 años llamada María Perarnau, domiciliada en la calle Montserrat, número 18, se precipitó al paso del convoy, en el kilómetro 332’490 de la línea del Norte, distante unos centenares de metros de la estación, quedando totalmente destrozada.

El tren paró su marcha unos metros más allá del suceso, tomando acta seguidamente del caso, compareciendo poco después el Juzgado de instrucción, que ordenó el levantamiento del cadáver y su conducción al depósito judicial.

La víctima no fue identificada hasta unas horas más tarde, que la identificó un hijo de la misma desgraciada anciana.

Después de larga y penosa enfermedad, dejó la vida el consecuente republicano llamado Francisco Vilaregut y Boada.

Obrero de honradez acrisolada había sabido luchar en todos los terrenos en la defensa de los ideales republicanos y de emancipación social, sin que jamás sus compañeros pudieran sospechar de él, ya que siempre su fidelidad fue hasta los límites máximos a que puede llegar.

Buen soldado pierden los republicanos egarenses.

Al entierro han acudido hoy un sinnúmero de compañeros viejos y jóvenes que han querido testimoniar las enormes simpatías y estima que Francisco Vilaregut Bonda (D.E.P.) tenía en las filas del republicanismo y, en general, en la ciudad.

Reciban sus familiares nuestro pésame más sentido.

También ayer, a las 4’02 de la tarde, en el paso a nivel de la línea del Norte con la carretera de Rellinás, un carro fue arrollado por el tren ascendente que a dicha hora sale de la estación de esta ciudad.

Afortunadamente, el conductor salió ileso; no así la caballería, que fue destrozada por el convoy.

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