jueves, 6 de septiembre de 2018

El Sol (Madrid. 1917). 11/4/1935, página 5.


BARCELONA 10. — Don Alfonso Sala cree haber reconquistado su feudo de Tarrasa. Y ha vuelto, a sus años, a la vida política, como si se encontrara en aquellos tiempos de la Dictadura, propicios a convertir en patriotas beneméritos a los caciques y en estadistas a los partidarios de la aplicación de la ley de "fugas".

Naturalmente, al reintegrarse a la política, D. Alfonso Sala se ha afiliado al Bloque Nacional, organizando actos de propaganda en Tarrasa para que desfilen los "patriotas" que aún continúan defendiendo la Monarquía de Cavite, Santiago de Cuba y Anual.

El Sr. Sala hizo la presentación de D. Víctor Pradera, del que dice "La Veu de Catalunya" que "si se diera cuenta de la realidad de las cosas tendría que comprender que la política activa y el cargo de vocal del Tribunal de Garantías son moralmente Incompatibles". Y no satisfecho con hacer el elogio de D. Víctor, el Sr. Sala injurió a hombre tan acreedor al respeto por su austeridad e independencia como Ossorio y Gallardo diciendo:

"La República, a pesar de todas las renovaciones, no ha dado hombres de la talla del Sr. Pradera, temperamento recto que no se doblega ante la injusticia. Por eso ha sido recusado como vocal del tribunal de Garantías constitucionales por aquel famoso monárquico sin rey, que en el informe sosteniendo la recusación ha dicho que para ser un buen juez hay que ser voluble, sobornable y mal patriota."

Habló después D. Víctor. Resulta menos divertido que Royo Villanova. Y aunque éste, en su reciente visita a Barcelona, dijo acerca de Cataluña algunas atrocidades doradas con el eufemismo de su agudeza baturra, se trataba de un particular que no ostenta ninguna representación del Estado, mientras que el Sr. Pradera, por ser miembro del Tribunal de Garantías, no tendría que olvidar la dignidad de su cargo y atenerse a la mesura y a la discreción cuando se ocupa de problemas delicados.

Sin duda no ha leído la carta que ha enviado a un su amigo de Tortosa el destacado escritor derechista Sr. Pérez Solís, que, aludiendo a la actitud de las derechas en la cuestión de Cataluña, dice:

"Hace ya mucho tiempo—puede decirse que desde mi entrada en la vida pública—veo con dolor lo absurda que es esa actitud, y en todo momento no he recatado mi opinión, tan española como la que más, absolutamente favorable a la autonomía de Cataluña y de los demás pueblos de España con personalidad propia.

Las derechas, quizá porque las izquierdas piensan al contrario v no por razones más fundamentales, se obstinan en mantener un concepto de España que no es nacional, sino extranjero, pues lo han ido formando sucesivamente los Austrias, los Borbones y la mala copia liberal del jacobinismo francés, férreamente centralista. Y se da el caso peregrino de que hasta los pretendidos amantes de la tradición, saltándose a la torera lo más insigne de la historia de España, no vean otra España que la hecha a contrapelo desde la llegada de Carlos de Gante, primer debelador de las libertades españolas, hasta la restauración borbónica, que a fines del siglo pasado concluye con los últimos restos de nuestra típica figura nacional."

¿Será también para D. Víctor y para D. Alfonso un fementido separatista el Sr. Pérez Solís? A no ser que resulte más español que ellos, aunque lo excomulguen los contrarios a la autonomía de Cataluña y de los demás pueblos de España con personalidad propia.

— AGUIRRE.

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